lunes, 21 de marzo de 2011

No deseo morir...
quiero mantenerme en el éter,
flotando entre velos somnolientos
en los que viven tus maneras,
tu rostro,
tu ser entero
y todo aquello que conforma
lo que eres tú, amor,
lo que significas para el mundo
y lo que permanece de ti
en el que te conoce,
que es todo.

Y así te ama, pues amor,
conocerte, amarte...
ambas cosas son una,
si se trata de ti, ángel mío.

Flotar y divisarte desde lo alto
para ver qué te rodea,
para proteger tus dominios
y poseerte a tu voluntad,
estar seguro de que la vida
no es más que un camino extraño
que conduce a tu cabello vaporoso,
a tu cintura, a tus ojos,
que no miran,
sino aman con cada mirada...
a cada gesto de cariño
que hace sucumbir de plena vida
a quien te deséa
ante, sobre y pese a todo.
"Anoche soñé que volvía a Manderlay...".
Joan Fontaine, en "Rebeca" de Hitchcock



Una película, para mí, imprescindible...

UFO - Doctor Doctor


Doctor doctor, please
Don't you know I'm going fast
Doctor doctor, please
Don't you know I just can't last
She walked up to me and really stole my heart
And then she started to tear my body apart

Livin' lovin' I'm on the run
So far away from you
Livin' lovin' I'm on the run
So far away from you

Doctor doctor, please
Don't you know I just can't last
Doctor doctor, please
Don't you know I'm going fast
It's only just a moment
She's turning paranoid
It's another situation for a nervous boy

Doctor doctor, please
Don't you know I'm going fast
Doctor doctor, please
Don't you know I just can't last
But you look so angry as I crawled across your floor
She's got the strength, I JUST can't take any more

Livin' lovin' I'm on the run
So far away from you
Livin' lovin' I'm on the run
So far away from you

"Amor oscuro" - Manuel Altolaguirre


Si para ti fui sombra
cuando cubrí tu cuerpo,
si cuando te besaba
mis ojos eran ciegos,
sigamos siendo noche,
como la noche inmensos,
con nuestro amor oscuro,
sin límites, eterno...
Porque a la luz del día
nuestro amor es pequeño.


"Él nunca lo haría" - Pérez-Reverte.

Un perro ovejero pequeño, feo y valiente, nos tuvo detenidos una vez a varios automóviles durante un rato, porque una oveja de su rebaño estaba rezagada, mordisqueando hierba en la cuneta. Y el chucho seguía quieto en medio de la carretera como un impasible don Tancredo, con un ojo en los automóviles y otro en la mala pécora, sin moverse hasta que la tipa cruzó por fin. Entonces le tiró una rutinaria dentellada a los cuartos traseros y se fue detrás, con un trotecillo chilito y la satisfacción del deber cumplido. Fueron dos o tres minutos en que no se oyó ni un solo bocinazo. Impresionados a pesar nuestro, arrancados por un momento a la prisa y la impaciencia, ninguno de los diez o doce conductores detenidos pudo evitar rendir ese pequeño homenaje al valor concienzudo del animal. Aquel chucho era un profesional.

Hay muchas historias propias y ajenas con perros como protagonistas. En un hospital de Lugo, por ejemplo, uno cuyo dueño murió hace siete meses sigue viviendo en la puerta, después de recorrer varios kilómetros persiguiendo la ambulancia en la que su amo agonizaba. Llegó exhausto, con las patas heridas por la carrera, y allí continúa, esperando verlo salir. Las enfermeras y los vigilantes del hospital, que ahora le dan comida y lo cuidan, ignoran su nombre y lo llaman Calcetines. Ésa es una historia con final feliz, pero otras no lo son tanto. En Borovo Naselje, en la antigua Yugoslavia, una mujer fue violada por los chetniks serbios ante la pasividad de sus vecinos me contaba que el único defensor que tuvo al escuchar sus gritos fue su perro, un pastor alemán que estuvo peleando en la puerta de su casa y en el vestíbulo y en la escalera hasta que los agresores lo mataron de un tiro.

El mío es un labrador negro, macho, y se llama Sombra. Durante mucho tiempo, cuando el arriba firmante volvía de noche más flaco y sin afeitar, con una mochila al hombro, de uno de esos territorios comanches donde se ganaba el pan, Sombra salía al jardín enloquecido de entusiasmo, moviendo el rabo y gimiendo complacido, a frotarse contra mis piernas y a tumbarse en el suelo, patas arriba, para que lo acariciase. Nunca tuvo un ladrido a destiempo, un gruñido ni un mal gesto. Se queda ahí, quieto y silencioso, mirándome con sus ojos oscuros y fieles, pendiente de una voz o una caricia. Incluso cuando alguna perra en celo o su instinto de libertad lo llaman lejos y se escapa, y vuelve al cabo de varias horas sucio, sediento y fatigado, con el rabo entre las piernas porque sabe que le espera una buena bronca o una zurra por golfo y putero, lo hace humildemente, dispuesto a llevarse lo suyo, mirándome con esos ojos leales que te desarmen. Ya es viejo –tiene doce años- y morirá pronto, supongo. Es un buen perro y lo echaré de menos. Y estoy seguro de que a mí, que no tengo precisamente una lágrima fácil, ese chucho puñetero me hará llorar.

En fin. Humedades sensibles aparte, todo esto viene a cuento porque hoy es el primer domingo de las primeras vacaciones de verano. Y porque a estas horas, estoy seguro, por las carreteras de este país vagan cientos de perros desconcertados, exhaustos, siguiendo la línea de asfalto por la que se fueron los dueños que los abandonaron. Pues el perro supone un incordio para las vacaciones. Una cosa es el cachorro gracioso para los niños, que se mete en cualquier parte, y otra el grandullón al que hay que vacunar, alimentar, albergar, y que te fastidia, con su presencia incómoda, el vieja en automóvil a la costa, o al pueblo. Así que al abuelo se le mete en un asilo –ya escribí de eso hace un par de años-, y al perro se le lleva a un paraje lejano, se abre la puerta y se le dice, sal, Tobi, juega un poco. Después, el propietario acelera y se larga, sin mirar siquiera por el retrovisor. Libre del jodío chucho.

¿Se acuerdan de aquel anuncio estremecedor, un perro abandonado en mitad de una carretera, bajo la lluvia, sus ojos cansados y tristes, bajo el rótulo: Él nunca lo haría…? Es cierto. Él nunca lo haría, pero buena parte de nosotros sí. Igual usted mismo, respetable lector, que hojea El Semanal en este momento, acaba de hacerlo. ¿Y sabe lo que le digo? Pues que, de ser así, ojalá se le indigeste esa paella por la que van a clavarle veinte mil pesetas en el chiringuito, o se le pinche el flotador del pato y se ahogue, cacho cabrón. Porque ya quisiéramos los humanos tener un ápice de la lealtad y el coraje de esos chuchos de limpio corazón. No recuerdo quién dijo aquello de que cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro; pero es cierto. Al suyo, al mío. A cualquier perro.

El Semanal, 2 de julio de 1995

lunes, 14 de febrero de 2011

Probablemente no es la mejor canción para poner este día...probablemente por eso mismo la pongo...

Para reirse un rato. Este es el año del cambio, y voy a empezar riéndome el 14 de Febrero...creedme, si, es un paso :P



Nota:L a parte que dice "I think you're special but you fall within a bell curve" creo que está mal traducida...creo...no se refiere a que se está pareciendo a una campana, lo que se lee, sino que está dentro de una "curva de campana" ("campana de Gauss"), es un chiste de estadística (si es que eso puede existir jajajaja)como queriendo decir que está dentro del promedio y por tanto no es tan especial...

Nota II: Comentarios anónimos FUCK OFF.

jueves, 10 de febrero de 2011

"Amo a una mujer de larga cabellera..." de Carlos E. De Ory.

Amo a una mujer de larga cabellera
como en un lago me hundo en su rostro suave
en su vientre mi frente boga con lentitud
palpo muerdo acaricio volúmenes sedosos
Registro cavidades me esponjo de su zumo
mujer pantano mío araña tenebrosa
laberinto infinito tambor palacio extraño
eres mi hermana única de olvido y abandono
tus pechos y tus nalgas de dobles montes gemelos
me brindan la blancura de paloma gigante
el amor que nos damos es de noche en la noche
en rotundas crudezas la cama nos reúne
se levantan columnas de olor y de respiros

Trituro masco sorbo me despeño
el deseo florece entre tumbas abiertas
tumbas de besos bocas o moluscos
estoy volando enfermo de venenos
reinando en tus membranas errante y enviciado
nada termina nada empieza todo es triunfo
de la ternura custodiada de silencio
El pensamiento ha huido de nosotros
Se juntan nuestras manos como piedras felices
Está la mente quieta como inmóvil palmípedo
las horas se derriten los minutos se agotan
no existe nada más que agonía y placer

Placer tu cara no habla sino que va a caballo
sobre un mundo de nubes en la cueva del ser
Somos mudos no estamos en la vida ridícula
Hemos llegado a ser terribles y divinos
Fabricantes secretos de miel en abundancia
Se oyen los gemidos de la carne incansable
En un instante oí la mitad de mi nombre
saliendo repentino e tus dientes unidos
En la luz puede ver la expresión de tu faz
que parecías otra mujer en aquel éxtasis

La oscuridad me pone furioso no te veo
No encuentro tu cabeza y no sé lo que toco
Cuatro manos se van con sus dueño dormidos
y lejos de ellas vagan también los cuatro pies
Ya no hay dueños no hay más que suspenso y vacío
El barco del placer encalla en alta mar
¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Quién eres?

Para siempre abandono este interrogatorio
Ebrio hechizado loco a las puertas del morbo
grandiosa la pasión espero el turno fálico

De nuevo en una habitación estamos juntos
Desnudos estupendos cómplices de la Muerte.

BSO (que imagino):

sábado, 5 de febrero de 2011

Dedicado con absoluta devoción y sinceridad a Eli, Kaken y siana...

domingo, 30 de enero de 2011

EDITO: NO ABANDONO.




"En las aguas profundas que acunan las estrellas, blanca y cándida,
Ofelia flota como un gran lirio,
flota tan lentamente,
recostada en sus velos..."

(Rimbaud)

lunes, 10 de enero de 2011

Drive through hell

Charles Bukowski

the people are weary, unhappy, frustrated, the people are
bitter and vengeful, the people are deluded and fearful, the
people are angry and uninventive
and I drive among them on the freeway and they project
what is left of themselves in their manner of driving-
some more hateful, more thwarted than others-
some don't like to be passed, some attempt to keep others
from passing
-some attempt to block lane changes
-some hate cars of a newer, more expensive model
-others in these cars hate the older cars.

the freeway is a circus of cheap and pretty emotions, it's
humanity on the move, most of them coming from someplace
they
hated and going to another they hate just as much or
more.
the freeways are a lesson in what we have become and
most of the crashes and deaths are the collision
of incomplete beings, of pitiful and demented
lives.

when I drive the freeways I see the soul of humanity of
my city and it's ugly, ugly, ugly: the living have choked the
heart
away.

la gente está exhausta, infeliz y frustrada, la gente es
amarga y vengativa, la gente está engañada y temerosa,
la gente es iracunda y mediocre
y yo conduzco entre ellos en la autopista y ellos
proyectan lo que les han dejado de sí mismos
en su manera de conducir.
algunos más odiosos, algunos más disimulados
que otros.
a algunos no les gusta que los pasen, e intentan
evitar que otros los hagan.
algunos intentan bloquear los cambios de carril.
algunos odian los coches más nuevos, más caros.
otros en esos coches odian los automóviles más viejos.

la autopista es un circo de emociones
pequeñas y baratas, es
la humanidad en movimiento, la mayoría
viniendo de un lugar que
odia
y yendo a otro lugar que odia todavía
más.
las autopistas nos enseñan en qué
nos hemos convertido y
muchos de los choques y muertes son la colisión
entre seres incompletos, entre vidas penosas
y dementes.

cuando conduzco por las autopistas veo el alma de
mi ciudad y es fea, fea, fea: los vivos han
estrangulado
su corazón.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un discurso para recordar

Don Mario Vargas LLosa dió ayer una lección de "literatura concentrada" con su espectacular, emotivo y maravilloso discurso de aceptación del Nobel, que le entregarán el Viernes.

Plagado de metáforas maestras, Don Mario hace un recorrido por su vida, por su educación sentimental. No se le caen los anillos por denunciar lo denunciable (las carencias de Hispanoamérica...ese golpe maestro al Nacionalismo....GENIAL), se le quiebra la voz al hablar de los suyos y exclama su amor por España.

Nosotros también le adoramos, Don Mario. Y hoy, más.

Lo que dijo Juan Cruz:

Mario Vargas Llosa ha convertido una carta de batalla sobre su vida y su vocación literaria en un discurso que le hizo llorar a él mismo cuando abordó la figura de su mujer, Patricia. "El Perú es Patricia, la prima de naricita respingada y carácter indomable con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años". Ahí el Nobel, que había recorrido en su discurso su descubrimiento de la lectura a los cinco años, sus lecturas de poemas con su madre, los libros de Flaubert y Faulkner, la política, los nacionalismos y otros fanatismos, así como la decepción ante la Revolución Cubana y otros acontecimientos que marcaron el siglo XX, prorrumpió en lágrimas y ya leyó, interrumpiéndose a sí mismo con la voz quebrada por la emoción, todo un párrafo de homenaje a su familia: "Sin ella mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo, Morgana, ni los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia. Ella hace todo y todo lo hace bien".

Totalmente repuesto de una afonía, pero con los efectos aún del hematoma que le causó ayer una caída, Vargas Llosa ha ofrecido hoy su discurso titulado Elogio de la lectura y la ficción ante la Academia Sueca en el marco de la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Literatura de 2010. El escritor ha comenzado a hablar a las 17.33 y ha acabado 48 minutos más tarde.

Ese momento emocionante de su discurso se reflejó en su mujer, sus hijos, sus parientes cercanos, sus nietos, su agente literaria, Carmen Balcells, su traductor al sueco, Peter Landelius, todo el mundo lloró al mismo tiempo que Vargas Llosa. Su discurso, dijo su compañero de pupitre en los años cuarenta de Lima, José Miguel Oviedo, fue "el discurso"; Balcells nos dijo "es la mejor manera de terminar mi vida"; la agente literaria que descubrió a Mario hace 50 años se secaba las lágrimas al final del acto más emotivo de su relación con el autor de La Casa Verde.

Su hijo Álvaro, de los pocos que había leído el discurso de su padre, nos dijo que en esta alocución del Nobel "está el espejo de su alma, la esencia de Mario Vargas Llosa, su pensamiento ético y también su estatura sentimental". Patricia no conocía el discurso; lo escuchó esta noche por primera vez. "Está conmovida hasta los huesos", ha dicho Álvaro. "Ahora ya ve que son obvias las razones por las que mi padre no se lo dejó leer".

Ese párrafo va a marcar ahora la historia de un discurso que por otra parte constituye la explicación más breve pero también más emocionante de la trayectoria de Mario Vargas Llosa. El escritor, que esta noche se sorprendía a sí mismo de haber llorado ("¡Yo que nunca lo hago!"), explicó que "igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida"; "que la vida de la fantasía es más rica que la de la rutina cotidiana...". Reconoció que el espanto de nuestra época es el fanatismo, los terroristas suicidas, la multiplicación de armas de destrucción masiva: "Enfrentándonos a los fanáticos homicidas defendemos nuestro derecho a soñar y a hacer nuestros sueños realidad..." Expresó su decepción "del estatismo y el colectivismo"; "mi tránsito hacia el demócrata y el liberal que soy -que trato de ser- fue largo, difícil, y se llevó a cabo despacio y a raíz de episodios como la conversión de la Revolución Cubana, que me había entusiasmado al principio, al modelo autoritario y vertical de la Unión Soviética".

Contó como descubrió a América Latina en París, leyendo a Borges, a Paz, a Cortázar, a García Márquez, a Fuentes, a Cabrera Infante, a Rulfo, a Onetti, a Carpentier, a Edwards, a Donoso y a muchos otros. Expresó su esperanza de que ahora América Latina deje "por fin de ser el continente del futuro y pase a serlo del presente". Explicó que no se siente extranjero en ningún sitio: "Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda es tan grande como el agradecimiento que le tengo". "Jamás he sentido la menor incompatibilidad entre ser peruano y tener un pasaporte español porque siempre he sentido que España y el Perú son el anverso y el reverso de una misma cosa, y no sólo en mi pequeña persona, también en realidades esenciales como la historia, la lengua y la cultura".

Abominó de los nacionalismos; mostró su convicción de que la emancipación de los indígenas americanos "sigue siendo una asignatura pendiente" y que "no hay una sola excepción a este oprobio"; y, en fin, el Nobel agradeció a amigos como Carlos Barral y Carmen Barcells y a tantos otros "que se desvivieron porque mis historias tuvieran lectores".

"Escribir es una manera de vivir"

Entre los asistentes a la ceremonia, además, estuvieron su amigo el artista peruano Fernando de Szyszlo. También ha acudido toda su familia, incluidos sus nietos adolescentes, así como la ministra de Cultura de España, Ángeles González Sinde, el de Perú, Juan Osio, y la directora del Cervantes, Carmen Caffarel. También estuvieron presentes la mayoría de sus editores extranjeros y su editora en lengua española, Pilar Reyes, directora de Alfaguara.

Expresó su amor a Barcelona -donde vivió cinco años a comienzos de los años setenta- y a España y, como no, a Perú: "El Perú es para mí una Arequipa donde nací pero nunca viví, una ciudad de mi madre, mis abuelos y mis tíos me enseñaron a conocer a través de sus recuerdos y añoranzas..." y por esa vía Vargas Llosa, desde "el paraíso de la infancia" desembocó en ese párrafo que le hizo llorar: "El Perú es Patricia". Patricia, la prima "tan generosa que, hasta cuando cree que me riñe, me hace el mejor de los elogios: 'Mario, para lo único que tú sirves es para escribir'". Una ovación tremenda alivió al Nobel de sus lágrimas.

Más adelante dijo con Flaubert: "Escribir es una manera de vivir". De eso trató su discurso. Y una última recomendación: "La nuestra será siempre, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar la carcoma del tiempo y de convertir en posible lo imposible". Ovación, con todos de pie. Abrazos entre lágrimas. Reconocimiento muy merecido.


Discurso íntegro, aquí. Merece la pena leerlo enterito.

Unas pinceladas...







Y ese momento que me eriza el alma...

BRAVO!!!!!

martes, 7 de diciembre de 2010

Hamlet
William Shakespeare (1564-1616)


Scene I. A room in the castle.

To be, or not to be: that is the question:
Whether 'tis nobler in the mind to suffer
The slings and arrows of outrageous fortune,
Or to take arms against a sea of troubles,
And by opposing end them? To die: to sleep;
No more; and by a sleep to say we end
The heart-ache and the thousand natural shocks
That flesh is heir to, 'tis a consummation
Devoutly to be wish'd. To die, to sleep
To sleep: perchance to dream: ay, there's the rub;
For in that sleep of death what dreams may come
When we have shuffled off this mortal coil,
Must give us pause: there's the respect
That makes calamity of so long life;
For who would bear the whips and scorns of time,
The oppressor's wrong, the proud man's contumely,
The pangs of despised love, the law's delay,
The insolence of office and the spurns
That patient merit of the unworthy takes,
When he himself might his quietus make
With a bare bodkin? who would fardels bear,
To grunt and sweat under a weary life,
But that the dread of something after death,
The undiscover'd country from whose bourn
No traveller returns, puzzles the will
And makes us rather bear those ills we have
Than fly to others that we know not of?
Thus conscience does make cowards of us all;
And thus the native hue of resolution
Is sicklied o'er with the pale cast of thought,
And enterprises of great pith and moment
With this regard their currents turn awry,
And lose the name of action.
*********

¡Ser, o no ser, es la cuestión!
-¿Qué debemás dignamente optar el alma noble
entre sufrir de la fortuna impía
el porfiador rigor, o rebelarse
contra un mar de desdichas, y afrontándolo
desaparecer con ellas?
Morir, dormir, no despertar más nunca,
poder decir todo acabó; en un sueño
sepultar para siempre los dolores
del corazón, los mil y mil quebrantos
que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara
concluir así!
¡Morir... quedar dormidos...
Dormir... tal vez soñar! -¡Ay! allí hay algo
que detiene al mejor. Cuando del mundo
no percibamos ni un rumor, ¡qué sueños
vendrán en ese sueño de la muerte!
Eso es, eso es lo que hace el infortunio
planta de larga vida. ¿Quién querría
sufrir del tiempo el implacable azote,
del fuerte la injusticia, del soberbio
el áspero desdén, las amarguras
del amor despreciado, las demoras
de la ley, del empleado la insolencia,
la hostilidad que los mezquinos juran
al mérito pacífico, pudiendo
de tanto mal librarse él mismo, alzando
una punta de acero? ¿quién querría
seguir cargando en la cansada vida
su fardo abrumador?...
Pero hay espanto
¡allá del otro lado de la tumba!
La muerte, aquel país que todavía
está por descubrirse,
país de cuya lóbrega frontera
ningún viajero regresó, perturba
la voluntad, y a todos nos decide
a soportar los males que sabemos
más bien que ir a buscar lo que ignoramos.
Así, ¡oh conciencia!, de nosotros todos
haces unos cobardes, y la ardiente
resolución original decae
al pálido mirar del pensamiento.
Así también enérgicas empresas,
de trascendencia inmensa, a esa mirada
torcieron rumbo, y sin acción murieron.

Versión de Rafael Pombo



La duda, la confusión, la inestabilidad, la incertidumbre...pocas veces es tan merecida la fama de algo como la de estas inmortales palabras...Ser un loco, ser un pecador....Siempre persiguiendo el descubrimiento de una verdad cruel pero sin perder la integridad. Eso...eso es la vida, no?

03.02.2008 - Dos banderas en Tudela


A Carlos le gusta la Historia, como a mí. Es de los que, cuando el runrún del tiempo levanta rumor de resaca en la orilla, se toma una caña por los que dejaron huellas que orientan nuestra memoria, nuestra lucidez y nuestra vida. Por eso esta noche Carlos y yo nos encontramos en el bar de Lola, oyendo música tranquila, mirándole a la dueña el escote mientras hablamos de aniversarios. Hace un par de meses, mi amigo estuvo en Tudela, donde el Ayuntamiento –«a veces hasta hace bien las cosas», apunta Carlos– conmemoró como es debido el 199 aniversario de una batalla en la que cuarenta mil españoles –navarros, aragoneses, andaluces, valencianos y murcianos– bajo el mando del general Castaños, se batieron durante seis horas con treinta y cinco mil franceses dirigidos por el general Lannes, que tenía muchas ganas de quitarle al ejército imperial la espinita de Bailén.

«Nos dieron hasta en el carnet de identidad», murmura mi compadre mientras Lola nos sirve otra caña y de fondo, bajito, suena la voz de Joaquín Sabina diciendo que hay mujeres que tocan y curan, que besan y matan. Y yo asiento en silencio, resignado, porque conozco el episodio tudelano y sé que transcurrió muy a la española, entre celos, imprevisión, indisciplina, desacuerdos y mala fe, con cada jefe actuando por su cuenta, sin concierto para la defensa ni para el ataque. Sólo hubo reacción, y mal coordinada, cuando las avanzadas francesas ya entraban en Tudela y se oían disparos de fusilería por las calles; de manera que la batalla empezó a las nueve de la mañana, a mediodía parecía favorable a los españoles, y a media tarde nuestra infeliz carne de cañón, tras haberse batido, eso sí, con mucho valor y decencia, rompía las filas con la caballería francesa detrás, sableándola a mansalva.

Bebiendo hombro con hombro, Carlos y yo hacemos un brindis a la memoria de toda aquella pobre gente, aquellos militares y paisanos llevados al matadero, corriendo a la desesperada por el inmenso olivar de Cardete mientras intentaban franquear los veintidós kilómetros que los separaban de la salvación, hasta Borja o Tarazona, dejando atrás tres mil compañeros entre muertos, heridos y prisioneros, mientras los vencedores saqueaban Tudela. «Buena gente a la que recordar», murmura Carlos; y Lola, que no suele meterse en estas cosas pero las escucha siempre con interés y simpatía, asiente con la cabeza mientras seca los vasos. Sabina dice ahora, al fondo, que hay mujeres en cuyas caderas no se pone el sol; y Carlos, tras observar un momento las de Lola –en las de ella tampoco se pone–, me cuenta que el pasado 23 de noviembre, en Tudela, el Ayuntamiento invitó a varias asociaciones de recreación histórica francesas y españolas, para conmemorar la fecha. Y que todo fue estupendo y educativo, y que los niños y los no tan niños contemplaban interesados, preguntando por esto y aquello, a los jinetes polacos del ejército imperial, a los levantinos de la división Roca –bravos en aquella batalla hasta que ya no pudieron más– con sus banderas y su pobre armamento, a los voluntarios de Aragón con sus calzones claros y sus plumas en el sombrero, y a todos los demás. «Una lección viva de Historia», resume Carlos, que llevó a sus hijos pequeños. «De esas que dan ganas de correr a los libros para enterarte bien de qué pasó, y por qué».

Y luego, el epílogo, cuenta mi amigo. Eso tampoco podía faltar, claro. Y explica muchas cosas en la España de 1808 y en la de hoy. Porque en plena celebración, cuando Carlos estaba con sus hijos en la plaza de Tudela, sentado en una terraza, tuvo lugar allí el acto de izado de las banderas de los contendientes. Subió primero al mástil la tricolor gabacha, a los sones de La Marsellesa; y un matrimonio francés y cincuentón que estaba en la mesa contigua, plano de la ciudad desplegado y mirando la recién restaurada catedral, se puso en pie al oír los compases de su himno nacional. Sonó luego la Marcha Real mientras se izaba la bandera española, y el matrimonio francés siguió en pie, respetuoso, mientras todos los españoles allí presentes continuaban sentados, a lo suyo, charlando como si nada.

Recordando aquello, mi amigo tuerce la boca y mira la pared, el aire fatigado –también yo siento ese mismo cansancio, compruebo de pronto; un hartazgo impotente, rancio, abrumador–. «¿Y tú qué hiciste?», pregunta Lola desde el mostrador. Casi adivino lo que Carlos va a decir, antes de que lo diga:
«Avergonzado, me puse despacio en pie, y al verme hizo lo mismo algún otro… Éramos tres o cuatro, como mucho. Y mirando con mucha envidia al matrimonio francés, pensé: nos han vuelto a ganar».

viernes, 3 de diciembre de 2010

Del Amitri - "Tell Her This"


Tell her not to go
I ain't holding on no more
Tell her something in my mind freezes up from time to time

Tell her not to cry
I just got scared that's all
Tell her I'll be by her side, all she has to do is call, all she has to do is call

Tell her the chips are down
I drank too much and shouted it aloud
Tell her something in my heart
Needs her more than even clowns need the laughter of the crowd

Tell her what was wrong
I sometimes think to much
But say nothing at all
And tell her from this high terrain, I am ready now to fall, i am ready now to fall

Tell her not to go
I ain't holding on no more
Tell her nothing if not this; all I want to do is kiss her

Tell her something in my mind
Freezes up from time to time.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

FELICIDADES Mr. ALLEN!!!!



Woody Allen cumple hoy 75 años y su aspecto sigue siendo el mismo que cuando protagonizó en 1968 Coge el dinero y corre, el de un hombre menudo en un envoltorio arrugado; sin embargo, tramas, historias y guiones muestran, año tras año, que este neoyorquino genial, hipocondríaco y judío tiene la mente tan elástica como un joven. De hecho, él mismo considera que todavía le falta por hacer su mejor película: «He hecho muchas películas. Creo que algunas buenas películas, pero nunca he sentido que haya hecho una genial», dijo recientemente en referencia a obras como "Rashomon", "El ladrón de bicicletas", "8 1/2" o "La gran ilusión", consideradas por él como algunas de las cotas más altas del cine.

Le chifla escribir. Lo hace en cualquier papel cuando tiene una idea, que guarda después en un cajón y que más tarde convierte en película. Cada año rueda y estrena una -es así desde 1977- y tiene la suerte de que aunque su presupuesto es ajustado -15 millones de euros por cinta, frente a las típicas superproducciones estratosféricas- los actores hacen lo que sea por estar en ellas. Trabajar bajo su dirección da prestigio, aunque siempre más en Europa que en Estados Unidos, tal y como él mismo ironizó en Un final made in Hollywood (2002).

Ejemplos: Desde Alan Alda a Kathy Bates, pasando por Kenneth Branagh, Michael Caine, John Cusack, Jeff Daniels, Larry David, Jodie Foster, Gene Hackman, Anthony Hopkins, Anjelica Huston, Joe Mantegna, John Malkovich, Charlotte Rampling, Edward Norton, Maureen O'Sullivan, Sean Pean, Sydney Pollack, Tim Roth, Meryl Streep o Naomi Watts. Y actrices de relumbrón como Basinger, Griffith, Hannah, Goldie Hawn, Demi Moore, Julia Roberts, Winona Ryder, Sharon Stone... hasta la misísima Madonna. Ha recibido tres Oscar: dos por la dirección y guión de Annie Hall; y uno por el guión de Hannah y sus hermanas (1986), además de 18 nominaciones, y cinco de sus actores (Michael Caine, Penélope Cruz, Diane Keaton, Mira Sorvino y Dianne Wiest) se llevaron la estatuilla.

Los personajes y las situaciones reales -los diálogos, muchas veces de besugos- los maneja como nadie, con esa atmósfera de día gris que tanto le gusta, adecuada a su carácter judío que se lo cuestiona todo, las complejas relaciones de hombres y mujeres, los tabúes del amor y el sexo, sobre todo el sexo.... son sin duda el eje de su cine....Eso y Nueva York, y el cine mismo, y el aburrimiento de la burguesía, y la conciencia, y los malentendidos... una guía para analizar el siglo XX desde un peculiar diván. Desde la comedia al drama, pasando incluso por el musical. Es el amo.

Visto lo visto, a buena fe que Mr. Allen seguirá intentando, año tras año, incombustible, conseguir "su" película genial. Mientras tanto, los que lo admiramos tenemos una miríada de películas que son literal y realmente "geniales", aunque él no lo sepa (o no lo quiera...) admitir, y una cita anual que siempre asegura un buen, fantástico rato.

Todo lo demás, es sombra y niebla...


"El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas..."