jueves, 29 de octubre de 2009

Iron Maiden - The Evil That Men Do



Love is a razor and I walked the line on that silver blade
Slept in the dust with his daughter, her eyes red with
The slaughter of innocence
But I will pray for her
I will call her name out loud
I would bleed for her
If only I could see her now

Living on a razors edge
Balancing on a ledge
Living on a razors edge

The evil that men do lives on and on.....
The evil that men do lives on and on.....
The evil that men do lives on and on.....
The evil that men do lives on and on.....

Circle of fire my baptism of joy at an end it seems
The seventh lamb slain, the book of life opens before me
But I will pray for you
And some day I may return
Don't you cry for me
Beyond is where I learn

miércoles, 28 de octubre de 2009

"Dormir" - Amado Nervo.

¡Yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir!... ¿Sabes?: el sueño
es un estado de divinidad.
El que duerme es un dios... Yo lo que tengo,
amigo, es gran deseo de dormir.

El sueño es en la vida el solo mundo
nuestro, pues la vigilia nos sumerge
en la ilusión común, en el océano
de la llamada «Realidad». Despiertos
vemos todos lo mismo:
vemos la tierra, el agua, el aire, el fuego,
las criaturas efímeras... Dormidos
cada uno está en su mundo,
en su exclusivo mundo:
hermético, cerrado a ajenos ojos,
a ajenas almas; cada mente hila
su propio ensueño (o su verdad: ¡quién sabe!)

Ni el ser más adorado
puede entrar con nosotros por la puerta
de nuestro sueño. Ni la esposa misma
que comparte tu lecho
y te oye dialogar con los fantasmas
que surcan por tu espíritu
mientras duermes, podría,
aun cuando lo ansiara,
traspasar los umbrales de ese mundo,
de tu mundo mirífico de sombras.

¡Oh, bienaventurados los que duermen!
Para ellos se extingue cada noche,
con todo su dolor el universo
que diariamente crea nuestro espíritu.
Al apagar su luz se apaga el cosmos.

El castigo mayor es la vigilia:
el insomnio es destierro
del mejor paraíso...

Nadie, ni el más feliz, restar querría
horas al sueño para ser dichoso.
Ni la mujer amada
vale lo que un dormir manso y sereno
en los brazos de Aquel que nos sugiere
santas inspiraciones. ..
«El día es de los hombres; mas la noche,
de los dioses», decían los antiguos.

No turbes, pues, mi paz con tus discursos,
amigo: mucho sabes;
pero mi sueño sabe más... ¡Aléjate!
No quiero gloria ni heredad ninguna:
yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir...

lunes, 26 de octubre de 2009

Se puede decir más alto...

"La milicia no es angélica"

Creo que alguien debería explicarle a la ministra de Defensa lo que es un soldado. Me refiero a uno de esos que desfilaron hace un par de semanas con casco y escopeta. Es cierto que la ministra tiene alrededor, en cada foto, un montón de generales y uniformados varios que podrían explicárselo perfectamente. Pero tengo la impresión de que no se expresan bien; tal vez porque a medida que asciendes, te suben el sueldo y te acercas a la jubilación, uno suele volverse menos elocuente. Con lo fácil que sería, por otra parte, abrirle a la titular del ramo el diccionario de la RAE por la palabra soldado, mostrarle que significa persona que sirve en la milicia, llevarla luego a la palabra milicia y hacerle leer algo que no admite equívocos: (Del latín militia. Femenino). 1. Arte de hacer la guerra y de disciplinar a los soldados para ella. 2. Servicio o profesión militar. 3. Tropa o gente de guerra. Es cierto que hay una cuarta acepción: coros de los ángeles, que lleva como ejemplo la milicia angélica. Pero cuidado. Que no se haga ilusiones la ministra. Ahí ya estamos hablando de otra cosa.

Lo que no dice el diccionario, desde luego, es tropa o gente de paz. En sentido recto, soldado remite a lo que debe: un fulano disponible para matar y que lo maten en guerras defensivas u ofensivas. Alguien que por patriotismo, obligación, dinero o lo que estime oportuno, está entrenado para escabechar a sus semejantes; procurando que palmen más fulanos del otro bando que del suyo. El lado turbio del oficio –matarife, a fin de cuentas– se compensa con otros aspectos respetables: disciplina, disposición a soportar penalidades y miserias, y el sacrificio singular de exponerse al dolor, la mutilación y la muerte. Hay gente a la que no le gusta ese paisaje, y desde un punto de vista tan digno como su opuesto defiende la desaparición de soldados y ejércitos, en favor de un mundo ideal –y me temo que imposible– donde la palabra soldado sea un anacronismo. Otros, más realistas, admiten que la existencia de soldados profesionales, que sirven de modo voluntario y aceptan los riesgos del oficio, es necesaria en un mundo imperfecto y violento como el nuestro.

En todo caso, la palabra humanitario nada tiene que ver. Eso no corresponde a los soldados, sino a las organizaciones y oenegés adecuadas. A ellas corresponde poner tiritas, repartir agua embotellada y socorrer a los parias de la tierra. Por el contrario, la misión básica de los soldados –considerando la convención de Ginebra y la conciencia de cada cual– es hacer todo el daño posible al enemigo. Matarlo mucho y bien, inspirarle temor y vencerlo, disuadiéndolo de intentarlo de nuevo. Los soldados no fueron ideados para otra paz que la impuesta por sus bayonetas, ni para inspirar afecto, sino temor. Incluso en una misión de paz se trata de pacificar a hostias, si hace falta. Llegado el caso, lo que se espera de ellos es eficacia letal; de un modo compatible, dentro de lo que cabe en su sangriento oficio, con la decencia y la piedad, cuando se pueda. Que maten más y mejor que nadie, de manera que los intereses de su patria natural o adoptiva, o de la paz ajena que defienden, sean respetados por otros. Eso significa eficacia y ausencia de complejos. Por eso, llegados a tales extremos, las palabras soldado y misión humanitaria pueden ser no sólo incompatibles, sino confusas y hasta mortales.

Es lo que ocurre en España. Incapaces de conciliar de modo inteligente la necesidad de un ejército con la tendencia pacifista de la sociedad occidental actual, nuestros gobernantes –eso incluye al Pesoe como al Pepé– intentan lo imposible: unas fuerzas armadas desarmadas compuestas por soldados humanitarios, cuyo objetivo no es hacer la guerra sino la paz, y a los que se respeta más cuando se dejan matar que cuando matan. Esa imbecilidad se desmorona cuando lo real se presenta en forma de mina, emboscada o combate, y las familias largan en el telediario, con toda razón, que nadie les habló de guerra, y que su chico no fue a que le volaran los huevos, sino a repartir leche condensada. Es entonces cuando la ministra o ministro de guardia en esta charlotada bélico humanitaria del Bombero Torero, atrapados en su propia incongruencia, se adornan con media verónica ahuecando la voz y poniéndose estupendos mientras hablan de la deuda que España tiene con los difuntos y difuntas. Haciendo, además, que éstos queden como pardillos, al negarles incluso la palabra guerra; que, por políticamente incorrecta que sea, es la única que explica una muerte en combate. Cuando en un ejército profesional, voluntario, las familias protestan y se dicen engañadas si sus chicos mueren, alguien no se ha explicado bien. O no tenemos soldados, o los tenemos. Y si los tenemos, es para que palmen sin rechistar cuando les toque. No para que la ministra de Defensa –y sigo sin saber lo que defiende– venga a decirnos, con voz trémula y solemne, que acaban de matar a un cervatillo en el bosque de Bambi.

ARTURO PÉREZ-REVERTE | XLSemanal | 25 de Octubre de 2009

sábado, 17 de octubre de 2009

"La marca".

Cuando el cuento es cierto
ni la vida puede rebatir el camino tomado
por el ente, el fantasma,
el señor de la razón, que te juzga y te envenena
sin piedad.
Porque es cierto. Verdad.
Porque los sueños que pueblan tu cabeza
no son mucho mejores
que la triste vida
que arrastras como una manta vieja,
mientras el polvo te mata poco a poco...
Tus arterias son insectos que suplican morir
aplastados por la luna naciente...
Mueres,
y nadie podrá jamas enmendar el daño que te hicieron
cuando vagabas sin rumbo
y nadie quería dejar la marca
del amanecer en tu cuerpo,
la marca de sangre y tinta
que distingue la tierra del aire,
el agua del fango.
A ti de mí.
Y la alucinación se hace patente
como un apocalipsis adelantado,
un averno simulado
un bosque perdido
que nadie jamás cruzará contigo.
Y lo sabes,
porque lo buscaste dentro de tu cabeza
y los años de hastío te lo confirmaron...
Cadaver,
que por una casualidad bochornosa
aún continua en pié...
no vales nada.
NADA.

para ecuchar...

miércoles, 14 de octubre de 2009

Tú estarás conmigo, brother!!!!!

MARAVILLOSO!!!!!
y eso que es un anuncio...pero, ains...es que me encanta!!

lunes, 12 de octubre de 2009

12 de Octubre.



Por todos aquellos que han dado su vida por España.
Y por todos los que sabemos apreciarlo.

12 de Octubre, el día de todos.

miércoles, 7 de octubre de 2009



Edgar Allan Poe, escritor, poeta, ensayista, crítico y GENIO , recordado por sus relatos y poemas, falleció un 7 de octubre de 1849. Contaba con sólo 40 años.
A su muerte, Edgar Allan Poe recibió entierro tras un sencillo funeral (acudieron una decena de personas, porque su primo, Neilson Poe, jamás anunció públicamente el deceso). Hoy, 160 años después, Poe recibirá todo un sepelio de honor.

El funeral se realizará en Baltimore, ciudad donde está localizada la tumba del escritor y de su esposa. Se espera que acudan más de 350 personas a los tres días que durará el funeral. Hoy se realizará el velatorio. Para ello han construido una réplica de Allan Poe en un ataúd que se expondrá en la Casa y Museo Poe. El funeral se celebrará en la Westminster Hall, antigua iglesia aledaña a la tumba.
¡Quien pudiera estar allí! :)

Réplica de Edgar Allan Poe

Por cierto, que mi madre cumple años hoy...no podía ser de otra manera!
jajajaja!!


Si el vaso se hace trizas, su eterna esencia libre
¡Se va, se va!
¡Callad, callad campanas de acentos plañideros,
Que su alma inmaculada del cielo en los linderos
Tocando está!.