sábado, 29 de agosto de 2009

10 años.

Hace 10 años que te marchaste.
10 años desde la fatídica noche en la que te mataron y me dejaste sólo con un recuerdo y el corazón hecho jirones.

Si hay internet donde te encuentres, que sepas que esto es para ti. Nuestra canción, Elena.


Cuando la multitud se marcha....

jueves, 20 de agosto de 2009

Un hombre Lobo para el 12 de Febrero

Señoras y Señores, hoy se da a conocer el trailer de The wolf man, la peli que protagoniza Benicio del Toro...

y, ¿Qué puedo decir, como amante de los clásicos de La Universal?

Un hombre lobo góticooo!!!


lunes, 17 de agosto de 2009

"Dame tu brazo, amor, y caminemos" - Julia Prilutzky.

Dame tu brazo, amor, y caminemos,
dame tu mano y sírveme de guía.
Ya no quiero saber si es noche o día:
mis ojos están ciegos. Avancemos.

Dame tu estar, amor, en los extremos,
tu presencia y tu infiel sabiduría:
por los caminos de la sangre mía
ya no sé si es que vamos o volvemos.

Y no me digas nada. No es preciso.
Deja que vuelva al pórtico indeciso
desde donde no escucho ni presencio:

Todo fue dicho ya, tan a menudo,
que ahora tengo miedo, amor, y dudo
de aquello que está al borde del silencio.

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lunes, 10 de agosto de 2009

"LA HABITACIÓN DEL HIJO " - APR

Lo conoce mejor que a ella misma. O creía conocerlo, porque el joven silencioso y reservado que ahora vive en la casa le parece, en ocasiones, un extraño. El niño dejó de serlo hace tiempo. A veces, cuando está fuera, la madre se queda un rato en su habitación, callada, mirando los objetos, los libros –ella compró los primeros y los puso allí, soñando con el lector que alguna vez sería–, las fotos de amigos, de chicas. Las medallas que ganó en el colegio, tenaz, esforzado. Valiente como ella procuró enseñarle a ser. Con el ejemplo del padre: un buen hombre que nunca dice tres frases seguidas, pero que jamás faltó a su deber, ni hizo nada que no fuera honrado. Que educó al hijo con más ejemplos que palabras.

Inmóvil en la habitación, aspira su olor. Desde hace mucho es seco, masculino. Distinto del que tanto añora: aroma de cuerpecito menudo en pijama, olorcillo a carne tibia, casi a fiebre. A bebé y niño pequeño, que con el tiempo se desvanece y no regresa nunca. El crío que aparecía en la cama a medianoche con las mejillas húmedas, después de una pesadilla, para refugiarse a su lado, entre las sábanas. Quizá algún día recupere ese olor con un nieto, o una nieta. Con otro cuerpecito al que estrechar entre los brazos. Ojalá no esté demasiado mayor para entonces, piensa. Que aún tenga fuerza y salud para ocuparse de él, o de ella. Para disfrutarlos.

Libros. Hay muchos en la habitación, y jalonan veinticinco años de una vida. Infantiles, aventuras, viajes, textos escolares, materias universitarias, novela, ensayo, arte, historia. Desde niño, leyéndole cuentos e historietas, orientándolo con cautela, ella fue transmitiéndole el amor por la palabra escrita. La puerta maravillosa a mundos y vidas que acaban por multiplicar la propia: aspiraciones, sueños, anhelos cuajados en largas horas de lectura y templados en la imaginación. La intensidad de una mirada joven que explora el mundo en el descubrimiento de sí misma. Estos libros llevaron al muchacho a reconocerse entre los demás, a moverse con seguridad por el territorio exterior, a descubrir y planear un futuro. A estudiar una carrera bella y poco práctica, relacionada con la lengua, el pasado, el arte y la historia. A licenciarse en sueños maravillosos. En cultura y memoria.

Ahora ella, inquieta, se pregunta si hizo bien. Si la lucidez que estos libros dieron a su hijo no sirve más bien para atormentarlo. Lo sospecha al verlo salir de casa para entrevistas de trabajo de las que siempre vuelve hosco, derrotado. Cuando lo ve teclear en el ordenador buscando un resquicio imposible por donde introducirse y empezar una vida propia: la que soñó. Cuando lo ve callado, ausente, abrumado por el rechazo, la impotencia, la falta de esperanza que pronto sustituye, en su generación, a las ilusiones iniciales. Recuerda a los amigos que empezaron juntos la carrera animándose entre sí, dispuestos a comerse el mundo, a vivir lo que libros y juventud anunciaban gozosos. Cómo fueron desertando uno tras otro, desmotivados, hartos de profesores incompetentes o egoístas, de un sistema académico absurdo, injusto, estancado en sí mismo. De una universidad ajena a la realidad práctica, convertida en taifas de vanidades, incompetencia y desvergüenza. Pese a todo, su hijo aguantó hasta el final. Fue de los pocos: acabó los estudios. Licenciado en tal o cual. Un título. Una expectativa fugaz. Luego vino el choque con la realidad. La ausencia absoluta de oportunidades. El peregrinaje agotador en busca de trabajo. Los cientos de currículum enviados, el esfuerzo continuo e inútil. Y al fin, la resignación inevitable. El silencio. Tantas horas, días, años, de esfuerzo sin sentido. La urgencia de aferrarse a cualquier cosa. Hace una semana, cuando llenaba el formulario para solicitar un trabajo de dependiente en una tienda de ropa de marca, el consejo desolador de un amigo: «No pongas que tienes título universitario. Nadie emplea a gente que pueda causarle problemas».

Tocando los libros en sus estantes, la madre se pregunta si fue ella quien se equivocó. Si no tendría razón su marido al sostener que no está el mundo para chicos con sueños en la cabeza y libros bajo el brazo. Si al pretenderlo culto y lúcido no lo hizo diferente, vulnerable. Expuesto a la infelicidad, la barbarie, el frío intenso que hace afuera. Es entonces cuando, abriendo un libro al azar, encuentra unas líneas subrayadas –a lápiz y no con bolígrafo ni marcador, ella siempre insistió en eso desde que él era pequeño–: «En el mar puedes hacerlo todo bien, según las reglas, y aun así el mar te matará. Pero si eres buen marino, al menos sabrás dónde te encuentras en el momento de morir».(*)

Se queda un instante con el libro abierto, pensativa. Releyendo esas líneas. Después lo cierra despacio, devolviéndolo a su lugar. Y sonríe mientras lo hace. Una sonrisa pensativa. Dulce. Tal vez no se equivocó por completo, concluye. O no tanto como cree. Puede que él forjara sus propias armas para sobrevivir, después de todo. Quizá mereció la pena.

XLSemanal, 16 de Agosto de 2009


Buufff...esta semana el Master se ha superado!!!
(*)

Una novela inolvidable, sobretodo si la lees de jovencito. Una suerte de moby dick pero con superpetrolero y venganza de por medio. Memorable.

jueves, 6 de agosto de 2009

Terry Pratchett habla sobre cómo le gustaría morir

Terry Pratchett, celebérrimo y celebrado autor de Mundodisco, hizo un emocional alegato sobre su derecho a tener una muerte digna y ponerle fin cuando considere adecuado, en una entrevista al diario británico Daily Mail.

En diciembre del 2007, Pratchett reveló que sus médicos le habían diagnosticado Alzheimer en los primeros estadios de su evolución. En la mencionada entrevista, habló sobre un controvertido juicio en la Cámara de los Comunes sobre el caso de una mujer con esclerosis múltiple, que solicitó información sobre si su marido sería procesado si la ayudaba a viajar a una clínica de Zurich, donde le aplicarían la eutanasia.

"Tengo la intención, antes de que sobrevenga el final del juego, de morir sentado dn una silla en mi propio jardín con una copa de brandy en mi mano y Thomas Tallis en el iPod," aseguró Pratchett. "Oh, y como esto es Inglaterra, mejor añado que 'Si llueve, en la biblioteca'. ¿quién podría decir que eso está mal?"

El autor de Mundodisco rechazó la idea de que legalizar el suicidio asistido podría llevar a legalizar la eutanasia, con la que algunos que no quieren morir serían asesinados.

"He visto personas que temen la existencia de un enfoque legalizado sobre la muerte asistida podría conducir a algo que fuese parte del sistema de salud. Si llegásemos a terminar con un gobierno así, tendríamos muchos problemas, y este problema sería el último en nuestra lista de preocupaciones. Pero tampoco creo en el deber de sufrir los peores estragos de una enfermedad terminal."

"Tuvimos tanto éxito durante el pasado siglo en el arte de vivir más, de permanecer vivos, que hemos olvidado como morir. Demasiado a menudo aprendemos por el peor camino. Cuando la gente vaya alcanzando la edad de jubilación, la lección será más dura todavía. Al menos, es lo que pensaba hasta la última semana."

"Ahora, sin embargo, vivo con esperanza. Esperanza de que antes de que la enfermedad de mi cerebro finalmente lo vacíe, pueda saltar antes que ella y condenar a mi Némesis a su destrucción, como un combate entre Sherlock Holmes y Moriarty, mientras se caen de una cascada."
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LUCIDEZ, señoras y señores.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Welcome Home (Sanitarium) - Metallica

LEYENDAS.

Welcome to where time stands still
no one leaves and no one will
Moon is full, never seems to change
just labeled mentally deranged
Dream the same thing every night
I see our freedom in my sight
No locked doors, No windows barred
No things to make my brain seem scarred

Sleep my friend and you will see
that dream is my reality
They keep me locked up in this cage
can't they see it's why my brain says Rage

Sanitarium, leave me be
Sanitarium, just leave me alone

Build my fear of what's out there
and cannot breathe the open air

Whisper things into my brain
assuring me that I'm insane
They think our heads are in their hands
but violent use brings violent plans
Keep him tied, it makes him well
he's getting better, can't you tell?

No more can they keep us in
Listen, damn it, we will win
They see it right, they see it well
but they think this saves us from our hell

Sanitarium, leave me be
Sanitarium, just leave me alone
Sanitarium, just leave me alone

Fear of living on
natives getting restless now
Mutiny in the air
got some death to do
Mirror stares back hard
Kill, it's such a friendly word
seems the only way
for reaching out again.

Welcome Home (Sanitarium) - Metallica
*Master Of Puppets 1986*

sábado, 1 de agosto de 2009

Carta de una desconocida, por Stefan Zweig

"Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final. En el caso de que siguiera viviendo, rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre. Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora"