viernes, 5 de septiembre de 2008
¿Volverás?
Y se rompió la esperanza de verte,
desnuda como solías entregarte a mi;
y la vida fue menos vida sin tus caricias...
Se terminaron las noches de embriaguez
y la mañana rompió la suerte
que ya estaba echada,
y se abandonaron los sentimientos
en el desierto de la cordura;
que siempre fue enemiga implacable
de la pasión que recorría tu espina dorsal,
como un calambre infinito y delicioso...
Pues tu placer no tenía razones ni explicación,
no respondía a teorías ni premeditaciones;
era alevosa en su pureza, roja de sangre viva
y violenta dentro de su desgarradora ternura.
¡Era tantas cosas!
Muchas...que sólo yo sé darte.
Yo.
Y al abandonar la frontera de mi cuerpo sentías
que cruzabas la alambrada
y te gritaban, te amenazaban,te insultaban,
porque nada es fácil fuera de mi
y lo sabes,
así me lo dijiste, me lo contaste en sueños,
al oido,bajito,
mientras te convertías en lobo bajo mi cuerpo,
al oido una y otra vez,
entre gemidos,
me declaraste tu miedo a perderte
a no encontrar la senda
que lleva de nuevo a mis palabras.
Miedo cumplido por el destino
desafiante de la aurora;
miedo arrebatado de la luna y los astros,
terror iniciático,
miedo a la verdad.
A mi verdad...
Vuelve.
desnuda como solías entregarte a mi;
y la vida fue menos vida sin tus caricias...
Se terminaron las noches de embriaguez
y la mañana rompió la suerte
que ya estaba echada,
y se abandonaron los sentimientos
en el desierto de la cordura;
que siempre fue enemiga implacable
de la pasión que recorría tu espina dorsal,
como un calambre infinito y delicioso...
Pues tu placer no tenía razones ni explicación,
no respondía a teorías ni premeditaciones;
era alevosa en su pureza, roja de sangre viva
y violenta dentro de su desgarradora ternura.
¡Era tantas cosas!
Muchas...que sólo yo sé darte.
Yo.
Y al abandonar la frontera de mi cuerpo sentías
que cruzabas la alambrada
y te gritaban, te amenazaban,te insultaban,
porque nada es fácil fuera de mi
y lo sabes,
así me lo dijiste, me lo contaste en sueños,
al oido,bajito,
mientras te convertías en lobo bajo mi cuerpo,
al oido una y otra vez,
entre gemidos,
me declaraste tu miedo a perderte
a no encontrar la senda
que lleva de nuevo a mis palabras.
Miedo cumplido por el destino
desafiante de la aurora;
miedo arrebatado de la luna y los astros,
terror iniciático,
miedo a la verdad.
A mi verdad...
Vuelve.
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4 comentarios:
La mejor combinación de texto, sonido e imagen de lo que va de blog (y mira que las tienes buenas).
Me encanta Alb!!!
Inmenso.
¡Pero siempre taaaan triste...!
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