jueves, 25 de diciembre de 2008

Para Carlos, Soldado.

Hace mucho frío, pero nunca bastante para frenar a la infantería, que derrite la nieve de los montes. Y la escarcha de los ríos difíciles. Y el hielo que oprime a los corazones en desgracia.

La infantería no es la materia; es el ligero y tenue soplo que vivifica. La infantería no es la masa; es la compañía. La infantería no es, a veces, ni el concierto; es siempre la arrebatada canción del solitario centinela, que canta para que el Cabo de Guardia sepa que está vivo.

Quien no haya sido Soldado de Infantería quizá ignore que cuando el hombre se cansa, aún le faltan muchas horas y muchas leguas para cansarse. Porque el secreto de la infantería - nosotros estamos hablando naturalmente, de la Infantería Española - es el de sacar fuerzas de flaqueza y hacer de tripas corazón. Que nunca más noble destino tuvieron ni nada mejor pudieron servir.

Ningún oficio más bello que el de infante, que lleva su casa a cuestas como el caracol y se pelea porque no admite jaques: como el león y como el gallo y el toro. Sin medir las fuerzas, que no fuera noble presentar las batallas ganadas y sin mirar atrás, porque detrás no hay nada, absolutamente nada.

Sólo el que ha sido soldado de infantería sabe lo que es sentirse amo del mundo a pie y sin dinero.


Camilo José Cela
.



2 comentarios:

Eli dijo...

Mis mejores deseos para Carlos y un abrazo enorme para tí.
Felices fiestas, de corazón.

Adiós al chupachups. dijo...

Feliz Navidad, A!