domingo, 27 de diciembre de 2009


Las respuestas son nubes
de ese gas que nos atrapa,
mujer, amor,
la celda sigue abierta
y tus cartas llegan
una tras otra
al final de la historia...

La colección no estará completa
jamás. Nunca podrá la noche
apoderarse de tu recuerdo;
el hombre del saco
ya me hizo bastante daño
y yo sólo quiero venganza.

La escoria, el remanente,
el último trago
me esperan.
Lo que nadie quiere es mi refugio
y mi reino sagrado.
En las pequeñas cosas te aguardo,
en las páginas del libro que te regalé
planté mi semilla azul,
y espera el agua de tus labios
para germinar entre tu formas
en una noche eterna.

Eso es, y nada más,
que ese amor que ya conoces
no ha muerto
ni mucho menos
y sigue en pié,
aquí
esperando que respondas
la pregunta que conoces tan bien.

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