sábado, 28 de febrero de 2009

2 miradas al "Oblivion" de Piazzolla



Se mire por donde se mire, una de las piezas musicales más hermosas del siglo XX.
Los argentinos shoran con ella, y en Europa nos emociona hasta el alma.
Música universal que tiene un sentido expansivo total: existen versiones para casi todos los instrumentos y combinaciones instrumentales imaginables.

Música del alma.
No se preocupen si derraman una lágrima.

viernes, 27 de febrero de 2009




"Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado, que sólo un iluso seguiría insistiendo.
Lo cierto es que yo siempre fuí un iluso"
.
Big Fish


jueves, 26 de febrero de 2009

Solía...





Solía encender una vela
cuando hablaba contigo
o de ti, en sueños,
amor. Solía.
Era costumbre de mis piernas temblar
al oir la voz
que se clavaba en mi columna dorsal
y me dejaba paralizado
de azul y malva,
como guiado al apocalipsis.
Solía ser tú y amarme en sueños.

Ya no;
el amor quedó intacto pero quieto,
crece pero no rebosa
los límites de la habitación;
para no temblar.
Ahora reina el caos calmo,
la escultura muerta del jardín,
el laberinto de maleza,
lo que no vive y reina
entre estos siglos perdidos
yace entre mis arterias
postrado
quieto
y sin vida.

Y sin embargo...


...te amo.

miércoles, 25 de febrero de 2009

"Una gota de ira en un mar de miedo" - El País. KARIM ASRY - San Sebastián - 25/02/2009

"No hay solución: ojo por ojo diente por diente, hijos de puta". Sólo él sabe si fue premeditado o no, pero el caso es que Emilio G. soltó ayer toda la rabia acumulada tras pasar la noche en la calle sin poder ver el estado de su vivienda, dañada por el atentado de ETA del pasado lunes contra la Casa del Pueblo de Lazkao (Guipúzcoa). Los vecinos que pasaron la noche con él esperando a la intemperie no vieron nada que delatara que, tras constatar los destrozos que la bomba había causado en su casa, la emprendería a mazazos con la herriko taberna de la izquierda abertzale en la localidad como venganza. "Lo siento por mis padres", afirmó, fuera de sí y maldiciendo, tras ser detenido por varios agentes de la Ertzaintza. Horas después fue puesto en libertad con cargos, a la espera de pasar a disposición judicial.

Nadie recuerda en el País Vasco un gesto tan rotundo por parte de una víctima de ETA como respuesta a un atentado. A las 12.30, nada más terminar la concentración de condena celebrada ante el Ayuntamiento, Emilio G. caminó el centenar de metros que separan éste de la herriko Ansoategi Herrikoa con una maza en sus manos y destrozó la vitrina acristalada. Ni siquiera utilizó la puerta: entró por uno de los boquetes que había hecho y siguió ensañándose con el mobiliario. Arremetió contra el mostrador, se cargó una televisión, un dispensador de cerveza, así como botellas, vasos... También tiró al suelo varios carteles de la plataforma D3M, candidatura anulada por el Supremo que la izquierda abertzale insiste en llevar a las urnas.

Hijo de un ex concejal socialista en esta localidad, Emilio G. vivió de cerca el acoso con el que la banda terrorista y su entorno suele castigar a los que piensan distinto. Su piso era uno de los que estaba justo encima de la Casa del Pueblo. Era de su propiedad y acababa de reformarlo. "Estuvo toda la noche esperando a ver si podía ver su piso. A las cinco se fue a casa de su novia en Rentería", explica una vecina.

Después de pasar una noche horrenda, Emilio G. acudió por la mañana a su piso para ver el desolador panorama, con muebles destrozados, cristales rotos por los suelos y grietas en las paredes. Estaba bajo tratamiento psicológico, según su entorno. Sin embargo, los que lo conocen se sorprendieron al enterarse de que era él el autor de los destrozos. En la localidad todos tienen la imagen de él paseando tranquilamente a su perro. Le recuerdan como alguien cordial. "Es un tipo muy inteligente, muy asentado", explicó por teléfono uno de sus compañeros de trabajo en la constructora de ferrocarriles CAF.

El PSE-EE, por su parte, recalcó que el agresor no tenía ninguna vinculación con el partido. El alcalde de la localidad, el peneuvista Patxi Albisu, explicó que comprende la situación por la que está pasando Emilio G., pero rechazó "los medios que ha utilizado" y pidió a todos los habitantes de la localidad que den la espalda a la violencia, informa Efe. Pero anoche mismo, en las paredes de Lazkao aparecieron pasquines con el nombre y apellidos del joven, seguidos de la leyenda "agresor fascista".

Las personas afectadas por la amenaza de ETA vieron casi un gesto de justicia poética en la agresión perpetrada por Emilio G. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco pidió que se le aplique un "atenuante" a la hora de juzgarle. Su portavoz, Cristina Cuesta, afirmó a Servimedia que cree que esta reacción al terrorismo de ETA es algo "sintomático". "Es un milagro, que esperemos que se mantenga la contención y la prudencia que han tenido las víctimas y los afectados para no responder nunca de manera parecida a lo que han sufrido", añadió.

Aunque insistió en que "no es el método" de actuar frente a la violencia, el filósofo Fernando Savater, amenazado por la banda terrorista, apuntó en el mismo sentido: "Esto revela que hay gente que simplemente no dice 'me han roto la casa, qué le vamos a hacer', sino que demuestra su hartazgo. Esto revela una situación", informa Vasco Press.

El paréntesis en la campaña que supuso la concentración en Lazkao reunió a más de un centenar de personas entre vecinos y dirigentes de los partidos democráticos. Los concentrados retomaron una vez más el ritual de condena, con diez minutos de silencio seguidos de un fuerte aplauso.
____________________

¡Ánimo Emilio!

Un héroe de nuestro tiempo.



Justicia poética.
A cara descubierta. Un héroe.


Si todos tuviéramos la mitad de cojones que este Hombre se acabaría la lacra asesina de nuestro País.

lunes, 23 de febrero de 2009

Una caricia a tiempo





Esa caricia a tiempo,
salvó mi vida,
mujer...Y lo sabes.
Sabes que ese beso regó
aquella piel mustia,
que tocaron los ángeles un día.
Y el calor de un cuerpo,
contra otro
fundió el acero de los barrotes
que tenían preso mi deseo.

Sabes que en ese mapa,
que conozco al milímetro,
hay atalayas inexpugnables,
por las que debo luchar.
Hay campos de flores perdidas
que quiero cortar,
hay ciudades y caminos,
sendas inexploradas que llevan al éxtasis,
que sólo yo debo conocer.

Quieres lo que sabes bien de mí,
y lo doy gustoso, amor...
toda el agua para ti,
marcar el tesoro en la caja mojada
y que el siguiente beso sea,
como si fuera el último.

¡Ay!, amor...ese deseo,
que la distancia recorta....
....y el corazón ensalza...
día tras día...

domingo, 22 de febrero de 2009

A vueltas con las BSO y los Oscar....

A estas alturas, cuando quedan pocas horas para la gala de los Oscar, un pellizco me duele en el pecho...el de todos los años.
¿La cagarán de nuevo con el tema de la BSO?

Menos mal que el año pasado hubo algo de cordura...pero los premios para el Santaolalla aun duelen en este pobre corasao...

Veremos....

mi favorita: "Defiance" de James Newton Howard. Una obra de arte total.

No me importaría nada que fuera para la Obra maestra que el gran A.Desplat ha creado para El curioso caso de Benjamin Button. Además, hace tiempo que viene mereciéndose un premio gordo.

...pero mucho me temo que se llevará el gato al agua este engendro....

Aaagghh!!!!!!!!!

Ojalá mañana pueda decir que me equivoqué.

Por cierto, mi lista de este año.

En 1er lugar, la que me gustaría q ganara a mí. Entre paréntesis la q creo q ganará.
Este año me las he visto casi todas. Muy Contento



Mejor Película:
El curioso caso de Benjamin Button
( 'Slumdog Millionaire')


Mejor Director:
David Fincher, 'El curioso caso de Benjamin Button'
(Danny Boyle, 'Slumdog Millionaire')


Mejor Actor:
Mickey Rourke, 'El luchador'
(idem)

Mejor Actriz:
Kate Winslet, 'El lector'
(idem)

Mejor Actor Secundario:
Michael Shannon, 'Revolutionary Road'
(Heath Ledger, 'El caballero oscuro')
casi empataos...


Mejor Actriz Secundaria:
Viola Davis, 'La duda' y Marisa Tomei, 'El luchador' empatadas....
( Penélope Cruz, 'Vicky Cristina Barcelona')


Mejor Película Extranjera:
Departures, Japón....una película m-a-r-a-v-i-l-l-o-s-a
( 'Waltz with Bashir', Israel)...aaghhh!!!

Mejor película animada:
WALL E
(Idem)

Mejor Guión Adaptado:
El lector, David Hare
('Slumdog Millionaire', Simon Beaufoy)

Mejor Guión Original:
Escondidos en Brujas, Martin McDonagh
( 'Happy. Un cuento sobre la felicidad', Mike Leigh)

Mejor Banda Sonora:
Resistencia, James Newton Howard...aunq no me importaría q fuera para Desplat...
-('Slumdog Millionaire', A.R. Rahman...aagghhh!!!!!!!!)


Mejor Fotografía:
El curioso caso de Benjamin Button, Claudio Miranda
(Idem)

Dirección artística:
El curioso caso de Benjamin Button, Donald G.Burt y Victor J.Zolfo
(idem)

Vestuario:
'The duchess'
, Michael O’Connor
(Idem)

Maquillaje:
El curioso caso de Benjamin Button, Greg Cannon
(Idem)

FX
El curioso caso de Benjamin Button
(Idem).

"Visitar la prehistoria" - 22/ 02/ 2.009

Cenaba hace unas semanas con el director de cine Agustín Díaz Yanes y con Arturo Pérez-Reverte, y el primero nos contó que, en unos cursos que da anualmente a estudiantes de guión, se encuentra con que muchos desconocen por completo la historia del arte al que van a dedicarse, o que cada vez creen, en la práctica, que esa historia ha empezado más tarde. No es ya que no hayan visto ni oído hablar de Ciudadano Kane, La diligencia, La regla del juego o Extraños en un tren, de los años treinta y cuarenta. Es que tan sólo les suenan vagamente El padrino o Grupo salvaje, de los setenta, y las ultimísimas hornadas prescinden ya de Pulp Fiction, de los noventa, por mencionar un título que no es comparable con los citados, pero con el que las promociones inmediatamente anteriores poco menos que pensaban que se inauguraba la historia cinematográfica.

No me cabe duda de que esto se debe, en parte, a que cualquier película con más de un decenio hay que hacer un acto de voluntad para verla. Se pueden comprar en DVD –o “descargar”, en muchos casos–, pero eso supone dinero, cierto esfuerzo y estar informado de su existencia. Hasta hace no demasiado tiempo, las televisiones no tenían inconveniente en programar cintas antiguas, incluso en blanco y negro, a horas más o menos decentes. Varias generaciones nos nutrimos de ellas y completamos nuestra cultura con esas visiones “pasivas” o “azarosas”. Añadía Díaz Yanes que cuando les ponía a sus estudiantes algunas películas para ellos antediluvianas, se quedaban asombrados y entusiasmados, y descubrían que muchas de las cosas actuales que creían nuevas u originales tenían en realidad más edad que sus abuelos. Pérez-Reverte y yo, por nuestra parte, comentamos lo llamativo de que, siendo escritores y no cineastas (pero nuestra devoción por el cine es conocida), bastantes lectores nos pidan que dediquemos alguna columna a recomendar películas antiguas, y, dentro de éstas, las que no sean demasiado célebres y a nuestro parecer valgan la pena, o aquellas por las que sintamos debilidad, aunque no sean obras maestras. Quizá otro día me anime a ello, si les parece (y si no, no me animo). Vaya por delante mi ya muy confesada pasión por una modesta, El fantasma y la señora Muir, de Mankiewicz, cuyo centenario se celebra ahora, y que está disponible en DVD.

Lo cierto es que esta orfandad de los más jóvenes se da hoy en casi todo: ven y leen lo reciente, lo estrictamente contemporáneo a ellos, y suelen saber de historia la que coincide con sus breves vidas, luego en España empiezan a ignorar hasta el franquismo. Al mismo tiempo, cada vez hay más que desean escribir o hacer cine, y nadie les ha enseñado que cualquier artista, para su formación, puede prescindir de lo último, pero no justamente de lo que lo ha precedido, porque si lo desconoce está condenado a repetirlo sin saber que lo repite, y a convertirse por tanto en un mero epígono. Numerosos cineastas y narradores actuales, normalmente los que se creen más innovadores y modernos y se permiten tachar de anticuado cuanto es un poco más viejo que ellos, hacen películas y escriben novelas rancias, repetitivas, trilladas. Con una mezcla de ingenuidad y soberbia, han decidido que no tienen que aprender lecciones de nadie y que la literatura y el cine van a nacer o a renacer con ellos. No se molestan en ver qué se ha hecho antes, porque piensan que lo que se les ocurra ha de ser por fuerza “nuevo”, tanto como lo son sus vidas. Sin embargo, lo mismo que quien se enamora por vez primera está obligado a repetir en sí mismo los sentimientos que gran parte de la humanidad ha albergado desde el principio de los tiempos, lo natural es que a un escritor o a un cineasta jóvenes se les ocurran historias y estilos ya inventados y desarrollados con maestría. Si en música apareció el dodecafonismo no fue porque la de Schubert y Beethoven, Wagner y Richard Strauss no fuera maravillosa, sino justamente porque había llegado a serlo en demasía. Cada ser humano está abocado a recorrer, en su efímero lapso de tiempo, todas las fases que recorrieron sus antepasados a lo largo de los siglos, tanto vitales como artísticas. Quien pretenda cultivar un arte debe aligerar el paso y empaparse cuanto pueda de lo que lo ha precedido, para no resultar anacrónico sin enterarse. Hoy, extrañamente, se dan escritores que presumen de no haber leído, y cineastas que proclaman con desafío haber visto sólo las últimas series televisivas “de culto”. Entre los primeros los hay convencidos de ser el colmo de lo novedoso, cuando se limitan a reiterar fórmulas arcaicas, de los años setenta como tarde (años, además, particularmente estériles y tediosos, y lo dice quien debutó en ellos), que los críticos, igual de ignorantes –o desmemoriados–, les aplauden sin reservas. Todos ellos, en fin, están condenados a descubrir mediterráneos y a provocar el bostezo de sus mayores, a menudo más modernos, sólo sea por haber visitado la prehistoria en su día.

JAVIER MARÍAS

El País Semanal, 22 de febrero de 2009



Pongo la portada del libro en el que se recogen los artículos y otros escritos del Sr Marías sobre cine. No tiene desperdicio, y además trae unas listas de pelis que me han venido de perlas para descubrir joyas ocultas.

sábado, 21 de febrero de 2009

Triste.
Y nadie puede enmendar el daño;
herido y casi muerto
se muestra el heroe cansado,
su piel refleja la grasa
y el sudor vaporoso de los suburbios del alma.
La conciencia no fue sincera
cuando quiso, entre sollozos
buscar un final hermoso
para el que nada hizo
por el plateado ojo del huracán,
sólo por el destino libre de esencias
y pecado.

¡Vuela! no dejes atrás
la vida, muere
y renace en un segundo.
El diablo lo agradecerá.
Vive para morir
sin nada que decir.
Cuenta atrás y persí gueme.
Huiré a un lugar tan lejano,
que nadie escuchará mis pensamientos,
solo y extraño ante mi mismo,
removeré la tierra
y enterraré mi alma.



Banda sonora del poema:

jueves, 19 de febrero de 2009

Alleine zu zweit

Am Ende der Wahrheit
Am Ende des Lichts
Am Ende der Liebe
Am ende - da stehst du
(Im Herzen wird es leerer - ein Teil geht nun von mir)
Nichts hat überlebt
Wir haben schweigend uns schon lange getrennt
Und mit jedem Tag wir
Wuchs die Lüge unserer Liebe
Und je weiter wir den Weg zusammen gingen
Desto weiter haben wir uns voneinander entfernt

Einsam - gemeinsam
Wir haben verlernt uns neu zu suchen
Die Gewohnheit vernebelt
Die Trägheit erstickt
Der Hochmut macht trunken
Und die Nähe treibt zur Flucht

Tanz - mein Leben - tanz
Tanz mit mir
Tanz mit mir noch einmal
In den puren Rausch der nackten Liebe

Und wenn ich ihn so sehe
Wenn ich sie erlebe
Wenn ich uns betrachte
Etwas hat überlebt
Und wenn ich Kraft und Hoffnung fände
Wenn ich selbst noch den Glauben an uns hätte
Wenn ich sie erreichen könnte
Sie noch einmal für mich hätte
Wenn die Basis - unser Fundament
Wenn wir uns noch einmal neu entdecken würden
Wenn sie nur wollte
Ich will !


Al final de la verdad
Al final de las luces
Al final del amor
Al final - ahí estas tú
(El corazón se vacía -una
parte se va de mí)
Nada ha sobrevivido
Nos hemos callado
por largo tiempo
Y con cada día de ese "Nosotros"
La mentira de nuestro amor creció
Y más allá juntos hemosido por nuestro camino
Más allá nos hemos alejado
Solos -
juntos
Nos hemos olvidado de cómo buscarnos
La costumbre nubla
La indolencia ahoga
El orgullo embriaga
Y la cercanía impulsa a huir

Danza - Mi vida - Danza
Danza conmigo
Danza conmigo otra vez
En el éxtasis puro de amor
desnudo

Y si yo lo veo
Si yo la vivo
Si nos
contemplamos
Algo ha sobrevivido
Y si encuentro fuerza y esperanza
Si yo aún tengo fe en nosotros
Sí la pudiera alcanzar
Otra vez la tendría
Si regresaramos a la
base - a nuestro fundamento
Si otra vez nos llegáramos a descubrir
Si sólo ella quisiera...
¡Yo si!


Hay nubes grises que cogen su color al estar cerca de la luna. Hay nubes sin sombra. Hay nubes densas, blancas y brillantes cuyos bordes se tocan. Hay velos blanquecinos formados por cristales de hielo. Nubes como rebaños. Hay nubes negras como montañas oscuras, que en unos instantes cubren el cielo y anegan la tierra de lluvia.

[...] Hay nubes como velo de cristal. Y nubes pesadas como castillos. Nubes que nos recuerdan la cara del ser que amamos. Y nubes con rostros que no queremos recordar. Siempre viví mirando al cielo y nunca encontré dos nubes idénticas. Así quiero morir. Mirando las nubes y buscando la pregunta a una respuesta que no conozco.

"A los que aman"
Isabel Coixet.

martes, 17 de febrero de 2009

Segundos


El dolor de lo inquebrantable
ha vuelto... lo conoces bien;
¿me matarás ahora?
Te deseo,
quiero propagarme en ti,
dar una lección de señuelo,
que cruza, azul, el camino.
No ser más nadie.
Esa pareja que se besa,
esa mano que se toma,
esa mirada que se cruza...
son tu perdición...

Ondas de tristeza volatil son,
el saber que nunca sentiran otros labios
los tuyos,
otra mano
la tuya,
otros ojos
cruzarse de puro amor con tu sentido.

El saberse ignorado, el creerse desarmado
y la consciencia triste de ese antiguo dolor,
que ahora vuelve...
Recónditas y extrañas vías las que ha recorrido,
alentado por el mismo infierno
hasta mi alma.
Sentir mil kilos de tierra sobre ti,
y mascarla, tragarla, respirarla
sin poder escapar de la tumba.

Salir cada día a un laberinto nuevo
y perderse,
y no encontrarse
y engendrarse de nuevo cada vez,
con menos fuerzas, menos vida
y menos ganas de seguir.
A segundos se reduce la felicidad,
a los instantes de la amnesia,
del no saberse vivo,
la frontera de la vigilia.
Los instantes de la mañana,
cuando miras a la nada
sin saber quién eres ni qué haces.
Los refugios de las estrellas
que visitas cada noche
y no los recuerdas.
La cálida sensación de la sangre
recorriendo un cuerpo que no sabes si es tuyo...
...o de ella.

Segundos que no merecen una vida,
ni un cuerpo,
ni un alma.
Ni nada.



banda sonora:


domingo, 15 de febrero de 2009

Historia de Sara

"Si...no...no,creo que no"-pensaba Sara mientras se acercaba a la librería.
Los que no la conocían no tenían el más mínimo interés en ello; sus compañeros decían que era rara... su única amiga se había trasladado hacía ya demasiados meses fuera de su ciudad ("maldito seas" se repetía a diario Sara, acordándose del Padre de Rosa) como para poder contar con ella; y los padres de Sara eran demasiado convencionales como para comentarles nada. A menudo su madre le gritaba -Sara había aprendido ya a no escucharla- e insistía en no se qué tontería de psicólogo o psiquiatra, aunque sobretodo hablaba (o gritaba,más bien) de la vergüenza ante los vecinos,la familia...("el pueblo,la ciudad,el mundo!!" pensaba Sara para si,y esbozaba una sonrisa...)...y de su padre, digamos que se levantaba demasiado pronto y llegaba demasiado tarde como para tenerlo en cuenta, y los fines de semana era la tele la que se encendía demasiado pronto y se apagaba demasiado tarde.

"Creo que definitivamente, sí" pensó mienras miraba un cartel enorme de unos grandes almacenes en el que una mujer de figura imposible anunciaba la moda del próximo Otoño. La librería -SU librería- estaba a sólo unos 200 metros. Lo sabía porque una tarde había medido la longitud de sus pasos y solía contar así las distancias (256 pasos a la libería desde el cartel, 554 al supermercado...). Paró un segundo y miró alrededor: todo estaba como solía. Unas señoras mayores salían de la Iglesia de la esquina ("Iglesia de San Leandro, hermano de San Isidoro" pensó...no es que fuera demasiado creyente...pero eso no era motivo para no interesarse por algo), el kiosco un poco hacia la derecha se encontraba invadido por una jauría de niños sedientos de chucherías (Sara recordó que llevaba un chicle en el bolsillo, lo abrió y comenzó a masticar mientras avanzaba, ahora más lenta de lo normal) y, un poco más allá, una sucursal de BBV y la Facultad de Derecho. Estudiantes arriba y abajo.Ella también lo era, aunque no precisamente de leyes ni nada por el estilo.
Por unos segundos miro el cielo, cerró los ojos y respiró hondo, muy hondo. Continuó su camino, repitiéndose que lo haría.Estaba convencida.
Entró en la librería y lo compró. Como un tesoro lo llevó a casa y lo admiró por unas horas.Sus padres estaban,pero siquiera se habían percatado de que hacía ya 2 horas que había salido ("mejor", pensó Sara).

Esa noche,sobre la mesa descansaba el ejemplar de "Los sonetos de la Dama Portuguesa" que había comprado por la tarde.La página 46 tenía la esquina doblada, justo la del soneto que decía:

"Si has de amarme que sea solamente
por amor de mi amor. No digas nunca
que es por mi aspecto, mi sonrisa, el modo
de hablar o por un rasgo de carácter

que concuerda contigo o que aquel día
hizo que nos sintiéramos felices...
Porque, amor mío, todas estas cosas
pueden cambiar, y hasta el amor se muere.

No me quieras tampoco por las lágrimas
que compasivo enjugas en mi rostro...
¡Porque puedo olvidarme de llorar

gracias a ti, y así perder tu amor!
Por amor de mi amor quiero que me ames,
para que dure amor eternamente."


.....y sobre el libro, rosado, tres cajas de pastillas que había ido recolectando durante un mes a su madre y a su tía. Había leido sobre ellas, y sabía qué le pasaría.
A unos metros de la mesa y el libro, sobre la cama, descansaba Sara; inmovil, aun rosada como el libro del que había salido su última palabra, y dormida para siempre, con una foto sobre el pecho y el surco, aun fresco,de una lágrima en su mejilla izquierda.
Ya era feliz.



El suicidio es la segunda causa de muerte en adolescentes.
Las estadísticas de los últimos años muestran que las muertes por suicidios superan a las muertes por homicidio.
Grupos étnicos diferentes, aunque convivan en el mismo lugar geográfico, pueden tener tasas muy distintas de suicidio. (Esto marca la importancia del proceso histórico-cultural del que cada uno participa, con sus demandas y sus creencias).
Los suicidios consumados son mayores (en proporción de 3 a 1) en los varones, en cambio los intentos de suicidio son mayores en las mujeres.
Cerca del 10% de todos los intentos resultan mortales.
La idea suicida no es un razonamiento, es un sentimiento.

Dice Albert Camus en “El mito de Sísifo”: “No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena que se la viva, es responder a la pregunta fundamental de la filosofía, toda otra cuestión resultaría baladí. Sin embargo, dice, nunca vi morir a nadie por el argumento ontológico, ninguno de los pensadores que negaban un sentido a la vida, se pusieron de acuerdo con su propia lógica hasta el punto de suicidarse. Schopenhauer elogiaba el suicidio mientras cenaba ante una mesa bien provista.”
Es evidente entonces qué, rara vez la gente se suicida por reflexión, la meditación filosófica no constituye la imperiosa razón de la mayoría de los suicidas. Si, hipotéticamente así fuera, la prevención no tendría razón ni cabida.
En cambio creo qué, el que se suicida lo hace por esperanza, por esperanza de dejar de sufrir o de adentrarse en una vida mejor. Invadido por una pena enorme e incontrolable, decide auto eliminarse en vez de lidiar con los fantasmas de su pesadilla. Se trata de una decisión extrema frente a un sentimiento de vulnerabilidad y desamparo, que quizá pudiera revertirse si quien la toma, lograra percibir un nuevo proyecto que le otorgara sentido a su vida.

Es en este momento, en la bisagra entre la vida y la muerte, donde la participación del entorno afectivo y del profesional, tienen sentido, sobre todo practicada con actitud ética, -ya que se trata de asistir a una crisis existencial-.
De eso se trata cuando hablamos de la prevención en suicidios.


No es un tema para tomarlo a la ligera.
La íntima y profunda tristeza del suicida en potencia puede ser transformada en amor por cualquiera que le tienda la mano.
Tengámoslo presente.

A mi manera....



And now, the end is near,
And so I face the final curtain.
My friends, I'll say it clear;
I'll state my case of which I'm certain.

I've lived a life that's full -
I've travelled each and every highway.
And more, much more than this,
I did it my way.

Regrets? I've had a few,
But then again, too few to mention.
I did what I had to do
And saw it through without exemption.

I planned each charted course -
Each careful step along the byway,
And more, much more than this,
I did it my way.

Yes, there were times, I'm sure you knew,
When I bit off more than I could chew,
But through it all, when there was doubt,
I ate it up and spit it out.
I faced it all and I stood tall
And did it my way.

I've loved, I've laughed and cried,
I've had my fill - my share of losing.
But now, as tears subside,
I find it all so amusing.

To think I did all that,
And may I say, not in a shy way -
Oh no. Oh no, not me.
I did it my way.

For what is a man? What has he got?
If not himself - Then he has naught.
To say the things he truly feels

And not the words of one who kneels.

The record shows I took the blows

And did it my way.

Yes, it was my way.



sábado, 14 de febrero de 2009

Granados

Nacido en 1867 en Lérida, muy pronto dio muestras de un talento exagerado para un niño de su edad. Enrique Granados reunía todos los requisitos para ser un genio de la música. Por eso, los grandes compositores de la época no tardaron en fijarse en él. A caballo entre Barcelona y París, Granados completó su formación. Entonces llegó a convertirse en un gran pianista y en un prestigioso compositor. Sin embargo, el destino le tenía preparado un final trágico... Su padre, un oficial cubano al servicio del Ejército, y su madre no daban crédito. ¿Cómo podía tener tanto talento su chico? Y es que el pequeño Enrique era todo un fenómeno. A los 13 años ingresó en una prestigiosa academia de la época y a los 16 dejó boquiabiertos a todos al ganar un concurso con su magistral interpretación de la Sonata Op. 22 de Schumann.


Entre los miembros de aquel jurado estaba el prestigioso Felipe Pedrell, que se quedó tan impresionado con él, que le aceptó como alumno. Mientras, Enrique se sacaba unos cuartos tocando en cafés. Tras encontrar el respaldo económico necesario, Granados viajó a París, donde se ganó una notable reputación como pianista.

En París convivió con el también pianista catalán Ricardo Viñes, y llegaría a ser muy amigo de Satié, Debussy y tantos otros músicos franceses. La intención de Granados era ingresar en el conservatorio de la capital francesa, pero unas fiebres le impidieron presentarse a las pruebas de admisión.

Pasados los años de estancia en París, regresó a Barcelona y obtuvo en 1890 su primer triunfo con un memorable concierto ofrecido en el teatro lírico de la capital catalana. En 1912 empezó a componer para piano una serie de obras de corte romántico en los que puso de manifiesto su admiración por Schumann y Chopin. Su interés por la música popular española no tardó en despertarse, siguiendo con ello una inclinación que en él estimularía el músico Pedrell. Así surgieron su “Álbum de piezas sobre aires populares” y su primera obra maestra: “las 12 danzas españolas”, cuyo primer cuaderno apareció en 1892 suscitando los más elogiosos comentarios de músicos como Grieg, Saint-Säens, Béirot y Massenet, quien al referirse a él hablaba del “Grieg español”.

La serie completa de las 12 “Danzas españolas” se trata de una de las obras más importantes de Granados y tal vez la más célebre entre todas ellas. Es ahí donde se muestra por primera vez la personalidad genial del compositor catalán. El estilo pianístico me resulta muy cercano a Chopin y muy impregnado de la música popular de las diversas regiones españolas que intentó evocar.

Después de haber contraído matrimonio con el público en 1895 estrenando “Miel de Alcarria” , tres años más tarde estrenó en el Price de Madrid su primera ópera: “María del Carmen”

En 1900 fundó en Barcelona la sociedad de conciertos clásicos, de cuya orquesta fue director. Su actividad como concertista era entonces muy intensa, dando recitales en París y en ciudades españolas. Actuó junto Matats y Vidiella y colaboró en concierto con Joan Marén, J.E. Risten, Camille Saint Saëns, Jacques Thibaud y Pau Casals. Por estos años creó su propia academia de música en la que se han formado notables pianistas. Su aportación quedó plasmada en un interesante “Método teórico-práctico para el uso de pedales del piano”.

Su colaboración en el mundo teatral catalán no fue nada despreciable. Ya en 1897 había puesto música a una pequeña comedia del fundador y director del Teatre Intim, Adriá Eval. En 1901 compuso una zarzuela catalana, colaboró además en “Follet” en el liceo barcelonés en 1903 y en”Gaziel”, poema dramático con el que se inauguraron en Octubre de 1906 los Espectadores Granen. Al año siguiente empezaría la composición de un poema sinfónico, “Dante”, inspirado en la “Divina Comedia” del poeta florentino, cuya versión inacabada se estrenó en sesión privada en el Palau de la Música Catalana.

Otras abras suyas para el teatro tuvieron “Petrarca” y el poema lírico “Liliana” estrenado en el palacio de Bellas Artes de Barcelona, aparte de la ópera “Goyescas”, que sería finalmente estrenada en Nueva York. Pero donde demostró Granados mejores dotes como compositor fue en su producción pianística. El punto culminante de su carrera artística en este sentido lo constituyen las “Goyescas”, en su forma original para piano solo, y las “Tonadillas en estilo antiguo”, para soprano y piano.

Goyescas quizás represente el momento más duro de su creación. La obra consta de dos series. La primera serie fue estrenada por el propio compositor en 1911 en el Palau de la Música de Barcelona. El estreno parisiense de la obra completa fue en Abril de 1914 en la Salle Pleyel, junto con las “Tonadillas”, en un memorable concierto organizado por la Societé Musicale Indépendente. El éxito fue tan rotundo que el director de la Ópera de París le pidió que transformara la suite en una ópera ofreciéndole su estreno en París. Granados se dedicó a esta misión desde su retiro en Suiza. Pero al final la ópera no llegó a estrenarse en París por culpa de la Guerra Mundial y el compositor aceptó la invitación del Metropolitan Opera House neoyorquino para que la obra se estrenara allí en 1916. Se trata de una obra llena de ritmo y muy colorista, de estructura muy compleja. Intenta reflejar el ambiente de las clases populares del Madrid de fines de siglo XVIII; el mundo de los tapices de Goya y de los sainetes de Ramón de la Cruz, el mismo universo de “majos” y “majas” que estiliza en sus Tonadillas. En cuanto a su obra de madurez, las “Tonadillas en estilo antiguo” se estrenó en el retenido concierto de la Salle Pleyel de París, corriendo a cargo de la soprano Madame Polack la parte del canto. Se trata de una obra íntimamente emparentada con “Goyescas”, de la que incluso recoge algunos temas melódicos. Compuso otras canciones con acompañamiento de piano. Destaquemos las “12 Canciones amatorias”, basadas en textos del Cancionero español, la “Elegía eterna”, en catalán, y el “Cant de les Estrelles”.

Granados sintió una gran admiración por Goya, como atestiguan sus propias palabras:

"Me enamoré de la psicología de Goya, de su paleta. De él y de la duquesa de Alba; de su maja señora, de sus modelos, de sus pendencias, amores y requiebros. Aquel blanco rosa de las mejillas contrastando con blondas y terciopelo negro con alamares; aquellos cuerpos de cinturas cimbreantes, manos de nácar y de jazmín posadas sobre azabaches, me han transtornado [...]."



Su fama traspasó las fronteras. El compositor aceptó cruzar el Atlántico para organizar la representación de su obra en Nueva York.
La tragedia se acrecenta al saber que retrasó su salida un día para tocar ante el presidente de los USA...
...De regreso a Barcelona vía Londres, el barco en que viajaban, el vapor británico Sussex, fue torpedeado (24/03/1916) cuando atravesaba el canal de la Mancha por un submarino alemán, que aparentemente lo confundió con un barco minador. A pesar del caos reinante, Granados consiguió en un primer momento ponerse a salvo en uno de los botes salvavidas del Sussex. Sin embargo, pocos minutos después divisó a su esposa entre las olas a cierta distancia del bote, y saltó al agua en un intento desesperado por salvarla. Desgraciadamente su sacrificio fue inútil, y ambos perecieron ahogados.

Irónicamente, Granados había tenido pánico durante toda su vida a los viajes en barco, queriendo el destino que muriese durante la que fue su primera y última travesía.


Para mí, Granados supo llevar la melancolía y sensibilidad de Chopin al terreno más puramente español. Un compositor capital.





jueves, 12 de febrero de 2009

Mi Amigo invisible!!!!!

Que se presente mi AI!!!!

Cada día tengo más claro que una de las mejores cosas que he hecho en mi vida fue entrar en el foro alatristero...Cuántos amigos!!!

Has dado en el clavo, en todos los sentidos.
No sólo porque me encanta (más: me alucina!!!!) lo que me has regalado. Es porque se nota el trabajo que hay detrás y el cariño, sobretodo, el cariño.
Joder! es que casi no me lo creo!

Seas quien seas (que tengo mis sospechas...)
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!!!!!!!!







Mi tarjeta de visita (!!!!)

"La idiotez de no saber por qué" - 8/02/2.009

Hace ya mucho que, cuando visito un museo, mi paso se acelera al llegar a las salas de lo que se suele llamar “arte contemporáneo”, es decir, a grandes rasgos, el producido entre 1965 y la actualidad. Rara es la obra de este ya largo periodo que me invita a detenerme ante ella más de un minuto, incluidas las que me agradan, que algunas hay. Pero la mayoría me parecen lisas como el futuro y casi ninguna rugosa como el pasado. Me aburro mirándolas, porque apenas hay nada que desentrañar. A lo sumo son “bonitas”, pero de la misma o parecida manera en que resulta bonito un mueble al que se echa un complacido vistazo y nada más. Si aún visito esas salas, es sobre todo por un autoimpuesto sentido del deber y por un afán de respeto hacia quienes han colgado allí esos cuadros o artefactos. “Algo habrán visto los responsables, para otorgarles tan distinguido lugar”, pienso, “y que yo difícilmente lo vea no significa que ese algo no esté. Me voy a esforzar”. Miro y me suelo quedar como estaba. Debo añadir que eso no me causa complejo ni preocupación. Al contrario, salgo con la conciencia doblemente tranquila: he hecho el intento y, si no he logrado interesarme, considero que no es culpa mía sino de la obra en cuestión. He visto suficiente arte a lo largo de mi vida como para crearme ahora inseguridades.

Por supuesto, no me molesta en modo alguno la exhibición de “arte contemporáneo” en dichas salas. Allá los dueños de cada museo, y nadie me obliga a entrar en ellos. Sí me molestan, en cambio, y mucho, las supuestas obras artísticas que se me fuerza a contemplar: las que instalan las autoridades en las calles y las que pintan los grafiteros en un muro, una fachada, un vagón de metro o donde quiera que se les ocurra. Hoy existe una infinita comprensión hacia estos “artistas espontáneos”, cuando no se los alienta directamente desde la prensa y las instituciones, que temen no parecer lo bastante “democráticas”. Yo no lo entiendo, ya que los grafiteros no sólo están imponiendo su imaginería particular a los demás, en un espacio común del que no se puede escapar, sino que también están tachando la limpieza o desnudez de un edificio, su mera neutralidad. ¿Se imaginan que entraran en sus casas y les pintaran las paredes para “dar rienda suelta a su creatividad”, y ustedes tuvieran que ver sus chorradas a diario o borrarlas repetidamente? La situación no es muy distinta en la ciudad, ya que éstas son extensiones de nuestros hogares, sitios por los que nos movemos, sólo que, al ser de todos, ni nosotros ni nadie podemos decidir cómo decorarlos. Las autoridades sí deciden, y a menudo me pregunto con qué potestad.

Hay tres o cuatro artistas actuales que siempre “necesitan” las ciudades y a los que, incomprensiblemente, los ayuntamientos del mundo dan sus permisos y beneplácitos. Uno es ese individuo, creo que búlgaro, que lleva un montón de años envolviendo edificios emblemáticos con lonas, nunca he sabido con qué objetivo ni le he visto el interés. Otro es un americano que reúne a masas de personas en una plaza o explanada, las convence de desnudarse todas a la vez y les hace unas espantosas fotografías, tampoco se sabe con qué fin ni interés, más allá de los del voyeur. El tercero es un escultor colombiano que de vez en cuando invade las ciudades con sus figuras monótonamente gordas y artísticamente planas. El cuarto es un suizo que ideó lo que se conoce como Cow Parade: sus horrendas vacas de fibra de vidrio he tenido la mala suerte de topármelas en el pasado en Edimburgo, Berlín y Dublín, y ahora, con descomunal retraso, las han puesto en Madrid: ciento cinco vacas sin ningún atractivo, decoradas por artistas locales y a cual más chafarrinosa. Bueno, ya digo que maldita la gracia que me hace encontrarme con las lonas imbéciles, las masas empelotadas, las esculturas paquidérmicas o las vacas pintarrajeadas. Personalmente no creo que nada de eso sea buen arte, pero admito que otros lo crean y me aguanto mientras duran el “experimento” o la “exposición”.

No es el caso de parte de mis conciudadanos, que el primer fin de semana que tuvieron a las vacas bobas diseminadas por Madrid, robaron una (tras desatornillarla), se montaron sobre varias y dañaron a propósito la mayoría. Y me temo que no fue porque no les gustaran, como a mí, sino porque están acostumbrados a que cualquier objeto que esté en la calle se pueda robar o destrozar impunemente. Son los mismos sujetos, no se olvide, que se abalanzaron con tijeras a cortar trozos de alfombras durante la boda de los Príncipes de Asturias, y que se llevaron a sus casas hasta el último adorno de aquella ocasión. Son los que dejan arrasadas la Puerta del Sol y la Plaza Mayor tras cualquier celebración, que roban o destruyen papeleras no se sabe por qué, que mean y vomitan en los portales cercanos a las zonas de copas o de botellón. Estoy convencido de que si a cualquiera de esos individuos se le preguntara, fuera de la situación, por qué había hecho esto o lo otro, respondería “No lo sé” o, en el mejor de los casos, “Por diversión”. Y de que a la siguiente pregunta -”¿Por qué eso es divertido?”- contestaría igualmente “No lo sé”. Hacer cosas sin saber por qué es una de las mayores pruebas de idiotez, y la plaga va más allá de Madrid. Nuestras autoridades llevan decenios permitiendo -más bien fomentando- una ciudadanía dominada por esa idiotez. Claro que es probable que a la pregunta “¿Por qué nos colocan ustedes las lonas, las muchedumbres en bolas, los obesos y las vacas feas?”, también ellas supieran sólo responder: “No lo sé”.

JAVIER MARÍAS

El País Semanal, 8 de febrero de 2009

martes, 10 de febrero de 2009

"Bienes comunes" - Susana L. Rubio.


"Estimada Cristina:
Ayer recibí una misiva de tu abogado donde me invitaba a enumerar los bienes comunes, con el fin de comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo matrimonial. A continuación te remito dicha lista, para que puedas solicitar la certificación al Notario y tener listos todos los escritos antes de la comparecencia ante el tribunal.

Como verás, he dividido la lista en dos partes. Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de matrimonio con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú. Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al teléfono de la oficina (de ocho a cuatro) o al móvil (hasta las once) y estaré encantado de repasar la lista contigo.


Cosas a conservar:

  • La carne de gallina que salpicó mis antebrazos cuando te vi por primera vez en la oficina.
  • El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.
  • El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.
  • La mancha de rimel que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos.
  • La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas de tu pecho.
  • El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote de palabra de honor.
  • Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.
  • Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. (También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti).


Cosas que puedes conservar tú:

  • Los silencios.
  • Aquellos besos tibios y emponzoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.
  • El sabor acre de los insultos y reproches.
  • La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.
  • Las nauseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.
  • El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él.
  • Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.
  • Jorge y Cecilia. Los nombres que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.


Con respecto al resto de objetos que hemos adquirido y compartido durante nuestro matrimonio (el coche, la casa, etc) sólo comunicarte que puedes quedártelos todos. Al fin y al cabo sólo son eso: objetos.

Por último, recordarte el n º de teléfono de mi abogado (951....) para que tu letrado pueda contactar con él y ambos se ocupen de presentar el escrito de divorcio para ratificar nuestro convencimiento.

Afectuosamente,

Roberto. "


Carta ganadora del III Concurso Antonio Villalba de Cartas de amor

Escrito por Susana López Rubio.

lunes, 9 de febrero de 2009

3 poemas de muerte y frío

Nieve,
polvo, hielo, cristal,
frío acero y lenta consciencia
letárgicas manos que te toman,
nieve,
nunca o siempre,
sin vida ni mar,
sólo agua que disipa la fiebre,
nieve...
Sal de mi corazón
___________-______________

Lloro, sangro y sudo...
y lleno de arena mis manos,
a diario lanzo una plegaria
a no sé qué lugar,
para no sangrar más...
sal y carbón en el camino
y nada más....
Sudo, sangro y lloro...
ya no queda nadie más...
__________-__________

Cristal roto,
muerto,
dejas pasar el frío,
Como astillas en el mar.
Hundes un pensamiento triste
en esta mente,
locura.
Cristal roto,
dejas que se hiele
mi alma;
cristal que te llamas
mujer,
amiga, tumba, cristal e hielo.

Banda sonora:



i'm so tired of being here
suppressed by all of my childish fears
and if you have to leave
i wish that you would just leave
because your presence still lingers here
and it won't leave me alone

these wounds won't seem to heal
this pain is just too real
there's just too much that time cannot erase

when you cried i'd wipe away all of your tears
when you'd scream i'd fight away all of your fears
and i've held your hand through all of these years
but you still have all of me

you used to captivate me
by your resonating light
but now i'm bound by the life you left behind
your face it haunts my once pleasant dreams
your voice it chased away all the sanity in me

these wounds won't seem to heal
this pain is just too real
there's just too much that time cannot erase

when you cried i'd wipe away all of your tears
when you'd scream i'd fight away all of your fears
and i've held your hand through all of these years
but you still have all of me

i've tried so hard to tell myself that you're gone
but and though you're still with me
i've been alone all along

sábado, 7 de febrero de 2009

"LLamo a la juventud" - Miguel Hernández.

Los quince y los dieciocho,
los dieciocho y los veinte...
Me voy a cumplir los años
al fuego que me requiere,
y si resuena mi hora
antes de los doce meses,
los cumpliré bajo tierra.

Yo trato que de mí queden
una memoria de sol
y un sonido de valiente.
Si cada boca de España,
de su juventud, pusiese
estas palabras, mordiéndolas,
en lo mejor de sus dientes:
si la juventud de España,
de un impulso solo y verde,
alzara su gallardía,
sus músculos extendiese
contra los desenfrenados
que apropiarse España quieren,
sería el mar arrojando
a la arena muda siempre
varios caballos de estiércol
de sus pueblos transparentes,
con un brazo inacabable
de perpetua espuma fuerte.

Si el Cid volviera a clavar
aquellos huesos que aún hieren
el polvo y el pensamiento,
aquel cerro de su frente,
aquel trueno de su alma
y aquella espada indeleble,
sin rival, sobre su sombra
de entrelazados laureles:
al mirar lo que de España
los alemanes pretenden,
los italianos procuran,
los moros, los portugueses,
que han grabado en nuestro cielo
constelaciones crueles
de crímenes empapados
en una sangre inocente,
subiera en su airado potro
y en su cólera celeste
a derribar trimotores
como quien derriba mieses.

Bajo una zarpa de lluvia,
y un racimo de relente,
y un ejército de sol,
campan los cuerpos rebeldes
de los españoles dignos
que al yugo no se someten,
y la claridad los sigue,
y los robles los refieren.
Entre graves camilleros
hay heridos que se mueren
con el rostro rodeado
de tan diáfanos ponientes,
que son auroras sembradas
alrededor de sus sienes.
Parecen plata dormida
y oro en reposo parecen.

Llegaron a las trincheras
y dijeron firmemente:
¡Aquí echaremos raíces
antes que nadie nos eche!
Y la muerte se sintió
orgullosa de tenerles.

Pero en los negros rincones,
en los más negros, se tienden
a llorar por los caídos
madres que les dieron leche,
hermanas que los lavaron,
novias que han sido de nieve
y que se han vuelto de luto
y que se han vuelto de fiebre;
desconcertadas viudas,
desparramadas mujeres,
cartas y fotografías
que los expresan fielmente,
donde los ojos se rompen
de tanto ver y no verles,
de tanta lágrima muda,
de tanta hermosura ausente.

Juventud solar de España:
que pase el tiempo y se quede
con un murmullo de huesos
heroicos en su corriente.
Echa tus huesos al campo,
echar las fuerzas que tienes
a las cordilleras foscas
y al olivo del aceite.

Reluce por los collados,
y apaga la mala gente,
y atrévete con el plomo,
y el hombro y la pierna extiende.
Sangre que no se desborda,
juventud que no se atreve,
ni es sangre, ni es juventud,
ni relucen, ni florecen.

Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren:
vienen con la edad de un siglo,
y son viejos cuando vienen.
La juventud siempre empuja
la juventud siempre vence,
y la salvación de España
de su juventud depende.

La muerte junto al fusil,
antes que se nos destierre,
antes que se nos escupa,
antes que se nos afrente
y antes que entre las cenizas
que de nuestro pueblo queden,
arrastrados sin remedio
gritemos amargamente:
¡Ay España de mi vida,
ay España de mi muerte!


jueves, 5 de febrero de 2009

"A Jarifa en una orgía", de José de Espronceda

Trae, Jarifa, trae tu mano,
Ven y pósala en mi frente,
Que en un mar de lava hirviente
Mi cabeza siento arder.
Ven y junta con mis labios
Esos labios que me irritan,
Donde aún los besos palpitan
De tus amantes de ayer.

¿Qué la virtud, la pureza?
¿Qué la verdad y el cariño?
Mentida ilusión de niño
Que halagó mi juventud.
Dadme vino: en él se ahoguen
Mis recuerdos; aturdida,
Sin sentir, huya la vida;
Paz me traiga el ataúd.

El sudor mi rostro quema,
Y en ardiente sangre, rojos
Brillan inciertos mis ojos,
Se me salta el corazón.
Huye, mujer; te detesto,
Siento tu mano en la mía,
Y tu mano siento fría,
Y tus besos hielo son.

¡Siempre igual! Necias mujeres,
Inventad otras caricias,
otro mundo, otras delicias,
¡O maldito sea el placer!
Vuestros besos son mentira,
Mentira vuestra ternura,
Es fealdad vuestra hermosura,
Vuestro gozo es padecer.

Yo quiero amor, quiero gloria,
Quiero un deleite divino,
Como en mi mente imagino,
Como en el mundo no hay;
Y es la luz de aquel lucero
Que engañó mi fantasía,
Fuego fatuo, falso guía
Que errante y ciego me tray.

¿Por qué murió para el placer mi alma,
Y vive aún para el dolor impío?
¿Por qué, si yazgo en indolente calma,
Siento en lugar de paz árido hastío?

¿Por qué este inquieto abrasador deseo?
¿Por qué este sentimiento extraño y vago
Que yo mismo conozco un devaneo,
Y busco aún su seductor halago?

¿Por qué aún fingirme amores y placeres
Que cierto estoy de que serán mentira?
¿Por qué en pos de fantásticas mujeres
Necio tal vez mi corazón delira,

Si luego en vez de prados y de flores
Halla desiertos áridos y abrojos,
Y en sus sandios o lúbricos amores
Fastidio sólo encontrará y enojos?

Yo me arrojé, cual rápido cometa,
En alas de mi ardiente fantasía,
Do quier mi arrebatada mente inquieta
Dichas y triunfos encontrar creía.

Yo me lancé con atrevido vuelo
Fuera del mundo en la región etérea,
Y hallé la duda, y el radiante cielo
Vi convertirse en ilusión aérea.

Luego en la tierra la virtud, la gloria
Busqué con ansia y delirante amor,
Y hediondo polvo y deleznable escoria
Mi fatigado espíritu encontró.

Mujeres vi de virginal limpieza
Entre albas nubes de celeste lumbre;
Yo las toqué, y en humo su pureza
trocarse vi, y en lodo y podredumbre.

Y encontré mi ilusión desvanecida,
Y eterno e insaciable mi deseo;
Palpé la realidad y odié la vida:
Sólo en la paz de los sepulcros creo.

Y busco aún y busco codicioso,
Y aún deleites el alma finge y quiere;
Pregunto, y un acento pavoroso
«¡Ay! -me responde-, desespera y muere.

»Muere, infeliz: la vida es un tormento,
Un engaño el placer; no hay en la tierra
Paz para ti, ni dicha, ni contento,
Sino eterna ambición y eterna guerra.

»Que así castiga Dios el alma osada,
Que aspira loca, en su delirio insano,
De la verdad para el mortal velada,
A descubrir el insondable arcano.»

¡Oh, cesa! No, yo no quiero
Ver más, ni saber ya nada;
Harta mi alma y postrada,
Sólo anhela el descansar.

En mí muera el sentimiento,
Pues ya murió mi ventura,
Ni el placer ni la tristura
Vuelvan mi pecho a turbar.

Pasad, pasad en óptica ilusoria,
Y otras jóvenes almas engañad;
Nacaradas imágenes de gloria,
Coronas de oro y de laurel, pasad.

Pasad, pasad, mujeres voluptuosas,
Con danza y algazara en confusión;
Pasad como visiones vaporosas
Sin conmover ni herir mi corazón.

Y aturdan mi revuelta fantasía
Los brindis y el estruendo del festín,
Y huya la noche y me sorprenda el día
En un letargo estúpido y sin fin.

Ven, Jarifa; tú has sufrido
Como yo; tú nunca lloras;
mas, ¡ay triste!, que no ignoras
Cuán amarga es mi aflicción.
Una misma es nuestra pena,
En vano el llanto contienes...
Tú también, como yo tienes,
Desgarrado el corazón.



Música para este poema????..mmm....
pues 3 clasicazos

Salome, Dance of the Seven Veils
Ravel - Bolero
"El amor brujo" (Danza ritual del fuego)


martes, 3 de febrero de 2009

Suerte, Mamá....

Mañana te operan, mamá. Y estoy seguro de que todo saldrá bien.
Y aunque hay tantas cosas que merecerías y que jamás has logrado tener ni sentir; aunque no llevas una vida fácil, sé que superarás el bache como una valiente, que es lo que siempre has sido y serás. Porque la suerte estará de tu lado. Y tienes ese don de la preclaridad; de no esperar que las cosas sean sencillas. Para ti el esfuerzo es una recompensa más.
Y quién sabe si ahora se enderezan los caminos de nuestras existencias y puedes tener la tranquilidad y la salud que tanto ansías. Para ti y los tuyos.

Te quiero Mamá. Más de lo que podría decir aquí o en cualquier sitio.

Miles de besos.

Tu hijo.


mi madre. La persona más hermosa del mundo.


Y esto porque sé que te gusta ;)


domingo, 1 de febrero de 2009

"Guerra y Crimen" - 1 /2 /2.009

No soy ningún cristiano que crea que se debe poner la otra mejilla, ni pacifista a ultranza que considere que nunca se ha de responder con violencia. Si a uno lo atacan, me parece natural que se defienda. Si lo agravian o insultan, no juzgo mal devolver lo recibido, o por lo menos tomar medidas y prevenirse para la próxima. Si alguien nos detesta hasta el punto de querer borrarnos del mapa, encuentro lógico oponerse a todo trance y, si no hay más remedio, intentar borrar del mapa al otro, al que desea aniquilarnos. Ahora bien, lo que distingue a una persona civilizada de una mala bestia, un venado, un matón o un chulo, es pensar en las consecuencias de su reacción, por justificada que ésta sea. También lo es tener en cuenta la capacidad de quien nos aborrece: alguien puede ansiar perjudicarnos gravemente, pero no siempre ese alguien está en condiciones de conseguirlo. Si yo llevo pistola y un individuo me abofetea, lo que en modo alguno puedo hacer es pegarle un tiro en respuesta a su agresión. Si no estoy dispuesto a enzarzarme en un cuerpo a cuerpo, entonces sí debo aguantarme con mi bofetada y rehuir esa acercanza, porque lo que tendría prohibido sería hacer uso del arma que llevo en el bolsillo. Si un muchacho de catorce años -o dos, o tres- me tiran piedras, sigo sin poder sacar mi pistola, ni tan siquiera una navaja.

Todos montamos en cólera alguna vez, nos exasperamos, nos sentimos provocados, burlados, agredidos o estafados. Hay personas que, si un empleado de cualquier empresa o servicio se les insolenta o disputa con ellas de mala manera, no vacilan en elevar una queja furibunda a los superiores de ese empleado, con su nombre y apellido, sin pararse a pensar que con su protesta iracunda pueden propiciar el inmediato despido de quien fue insolente o inepto, y que acaso eso sea demasiado castigo, que alguien pierda su empleo por una mera impertinencia o negligencia ocasionales (tal vez quien nos ofendió tenía un mal día). Los escritores, y cuantos damos a conocer nuestro trabajo, somos a menudo objeto de pullas y fustazos. En principio nos toca aguantarlos, porque nadie nos ha obligado a exponernos públicamente (podríamos haber guardado en un cajón nuestras obras), y todo el mundo tiene derecho a opinar lo que le plazca. Cuando se trata de ataques personales, reiterados o incluso obsesivos, es lícito responder a ellos según de quiénes provengan: bien está si es alguien que dispone de una columna en un diario, como es mi caso, o de un programa de televisión o de radio, desde los cuales podrá devolvérseme mi latigazo; si quien habla mal de mí no está en igualdad de condiciones conmigo, más me vale callarme.

¿Y en las guerras, qué pasa en las guerras? En mi última novela hice decir a un personaje inglés, al hablar de la Segunda Guerra Mundial, algo así como lo siguiente (lo siento, pero no voy ahora a ponerme a buscar una página entre setecientas): “En una guerra de supervivencia uno hace todo lo necesario, lo cual acaba por incluir también lo innecesario. El problema es que mientras se dirime el conflicto, uno cree que todo es necesario. Luego, cuando ha terminado, y si uno ha salido vencedor, es casi imposible no pensar que también se habría ganado sin que yo hubiera hecho esto o lo otro. Pensamos que podríamos habernos ahorrado alguna crueldad o vileza, y algunas víctimas, y que aun así el resultado habría sido el mismo. Hay gente a la que luego eso le pesa durante la vida entera”. Creo que, en efecto, hay guerras en medio de cuyas indecisión y fragor es muy difícil medir y saber eso, qué es necesario y qué no lo es tanto. Hay otras, sin embargo, en las que la cuestión es meridiana, y en ellas resulta imperdonable hacer, a sabiendas, mucho más de lo necesario: provocar escarmientos en la población civil, para diezmarla y aterrorizarla; matar a niños que no podrían empuñar un arma aunque quisieran, y si la tuvieran; bombardear hospitales en los que se atiende a heridos, que ya están fuera de combate; o escuelas en las que se refugian mujeres con sus hijos, aún inocuos e inermes. Todo lo que se sabe que es gratuito y superfluo, excesivo y desproporcionado, abusivo y no vital para el desenlace de la contienda, es un crimen. El resto es otra cosa: es guerra, y así son éstas desde que existe el mundo.

Israel ha incurrido en todos esos crímenes en su respuesta a los cohetes lanzados sobre su territorio por Hamás desde Gaza. Una vez más ha hecho pagar, desoyendo el viejo mandato, a justos por pecadores, y además con plena conciencia, crueldad, exhaustividad y encarnizamiento. Ha sacado la pistola ante una bofetada y ha hecho uso de ella. Hoy por hoy, es un Estado incivilizado, un venado, una mala bestia, un matón y un chulo. Las consecuencias injustas de su reacción le han traído sin cuidado. Hace años, con motivo de la publicación de una de mis novelas en hebreo, vino un periodista a entrevistarme. Recuerdo que me preguntó: “Si se le concediera un día el Premio Jerusalén, ¿lo aceptaría? ¿Vendría a nuestro país a recogerlo?” Le contesté que sí, en el improbable caso, que no veía por qué no. Hoy mi respuesta habría sido otra: “No”, le habría dicho. “Lo mismo que nunca he ido a Cuba, o que no iría a Irán, ni a Arabia Saudí, ni a Venezuela, o que no habría ido al Chile de Pinochet, tampoco iría a Israel. A un país, para ser civilizado y democrático, no le basta con celebrar elecciones libres. Esa condición se gana o se pierde día a día, en la manera de gobernar, y también en la de conducir una guerra. Israel hoy la ha perdido”.

JAVIER MARÍAS

El País Semanal, 1 de febrero de 2009



Sr Marías, totalmente de acuerdo, pero: ¿y las culpas del otro bando?...no son sólo unos cohetes lanzados por Hamas...

Hamas utiliza a su propia gente para dar una mala imagen pública de Israel y como escudos humanos!!. Guardando sus arsenales en edificios públicos que no desalojan (escuelas inclusive) o evitando q llegue la ayuda internacional, mientras viven de la caridad (ONU,EEUU...) que se pierde en los laberintos de la corrupción político-terrorista...o en armamento. La mala prensa contra Israel es, desgraciadamente, la ppal arma de los Palestinos.
Nunca podré apoyar a un pueblo que use estos métodos. Son islamistas radicales q han votado a un grupo terrorista como gobierno, no lo olvidemos.

Por otra parte, en origen (es decir, hace 60 años) reclaman algo justo y es cierto que están muriendo muchos inocentes que sólo son culpables de ser manejados por su gobierno del terror. Israel se dedica a aplastar hormigas por su superioridad militar: A Hamas no le importa la vida de su pueblo. Israel se dedica a practicar en pueblo ajeno las atrocidades que lleva impresas en el alma...


Si todos son culpables, que todos sean perseguidos y sometidos a la justicia. Pero claro, esto sí que parece imposible....

:(