domingo, 31 de mayo de 2009
Todos perdidos
Tras la alta muralla
de los tristes,
yace una raza eterna
de coraje y venganza...
Tras mil aceras de sombras,
vienen los caminos desorbitados
de las gentes perdidas;
perdidas de pura locura
en este mundo demenciado...
Sin lugar para antiguos
nobles saberes...lástima...
Sin atención al anciano
sabio que observa la vida
desde el balcón inmaculado
de los añosos poderes,
sin la música de los Dioses,
ejército azul, que tremolando
visitan tu corazón a diario;
sin libros que nos hacen,
merecedores de la vida
y la muerte...
¿Qué merecemos?
¿El saber y el lugar?...
Antiguos valores de libertad,
el sustento del amor y del cariño.
Perdidos...
nota:Escucha la canción hasta el final, anda,hazme el favor. Seguro que me lo agradeces.
Tengo un razonamiento - 31/ 05/ 2009
Durante unos días de hace unas semanas, todas las autoridades de mi ciudad, y parte de las del país, se disfrazaron de felpudos para que pasaran por encima de ellas ocho o diez individuos cuyos nombres eran, son y seguirán siendo desconocidos para la humanidad y cuyos únicos mérito y poder se los confiere su condición de miembros del Comité Olímpico Internacional (COI). Presidentes y presidentas, ministros, alcaldes, secretarios y subsecretarios, deportistas, artistas y hasta el Rey, si no me equivoco, dejaron de lado sus quehaceres y se dedicaron en cuerpo y alma a pasear y agasajar a los individuos en cuestión, que venían a echarle un vistazo a Madrid para considerar su candidatura como sede de los Juegos Olímpicos de 2016. Como me resumió un taxista en aquellos días: “Ya nos los pueden dar, porque se los está tratando como a dioses”.
A la vez, las pantallas de televisión se llenaban de anuncios que no sé bien qué anunciaban. En uno, cursi y mendaz como pocos (y miren que hay competencia en la publicidad, en cuanto a cursilería y mendacidad), una ancianita beatífica expresaba con voz afligida su anhelo de vivir unos años más para ver lo que nunca había visto, ella que tanto había: unas Olimpiadas en su ciudad. En otros, numerosos rostros populares aparecían diciendo todos lo mismo: “Tengo una corazonada”. Se sobreentendía que lo que sus corazones les susurraban era que Madrid sería elegida esta vez. También se ha pillado a mucha gente de renombre haciendo un absurdo ademán-contraseña con la mano abierta, como intentando parar un golpe. Por último, todos esos anuncios los remataba un lema en Spanglish, ideado sin duda por un cerebro de gallina: “Hola everyone”.
Pues bien, lejos de una corazonada, lo que yo tengo es un razonamiento según el cual es imposible que a Madrid se le otorguen esos Juegos (ansiados, según encuestas, por el 90% de la población, aunque casi nadie sepa decir por qué diablos los ansía), ni ningún otro acontecimiento de relumbrón. Lo que me asombra, de hecho, es que las autoridades de la capital y de la Comunidad aspiren a nada, y se gasten cerca de un millón de euros en promoción, y adulen hasta la náusea a los sujetos del COI, teniendo la ciudad como la tienen, y además permanentemente. Son ya veinte años (desde que empezó como alcalde Álvarez del Manzano) los que los madrileños llevamos recibiendo este mensaje de nuestros representantes: “Lárguense. Nos molestan ustedes, nos estorban en nuestras obras y escenificaciones. Esta ciudad no es para vivir en ella, como ustedes pretenden, sino para que nosotros hagamos negocio abriendo y cerrando las calles sin cesar, tirando árboles, ensanchando aceras que nunca han ido abarrotadas, construyendo aparcamientos y estaciones innecesarios, complaciendo a las constructoras y a las empresas de obras públicas, cargándonos las pocas zonas decentes que quedan, como el Paseo del Prado, levantando los suelos para poner sucio granito en su lugar, organizando chorradas que dificulten el tránsito, atronando los oídos con nuestras maquinarias, horadando túneles. ¿Qué hacen ustedes intentando pasear, descansar, trabajar, dormir, vivir? No es lugar para eso. Ustedes no cuentan. Váyanse de una puta vez”.
Y así, ¿cómo va a concederle nadie nada a un sitio sucio, caótico, perpetuamente destripado, ruidoso, incivilizado, invivible? Cualquier visitante se queda atónito y espantado. En la Plaza Mayor conviven el chabolismo y las meadas; la Puerta del Sol lleva cinco años (!) reventada, llena de mariachis y de mendigos salidos de la Corte de los Milagros (uno sin brazos, otro sin piernas y en ese plan, clama al cielo que el Ayuntamiento no se haga cargo de esa pobre gente); Serrano convertida en paisaje bélico por lo menos hasta 2011 (!), como Alcalá; dentro de nada correrán la misma suerte el Paseo del Prado y Colón y Callao, todo céntrico y todo a la vez, sin necesidad, sin sentido, sin mejora posible. Madrid es la ciudad del mundo en que se hacen más obras y menos lucen sus resultados. Parece regida por dementes desatados. Hace poco pasé por Sol. Se celebraba el Día de Europa o algo así, había carteles que rezaban: “Puerta del Sol, puerta de Europa”. Mientras las perforadoras de la superflua estación concebida por Álvarez Cascos (ya ha llovido) repiqueteaban a lo bestia, un coro de niños intentaba cantar junto a ellas, delante de la sede de Esperanza Aguirre. Hay que ser muy “cojonuda” –como opina de ella el grosero presidente de la patronal, Díaz Ferrán– para llevar a esos críos a cantar a Sol. Es un ejemplo entre mil de lo que sucede aquí sin cesar.
Lo siento por el 90% de mis conciudadanos, pero no puede haber Juegos Olímpicos en Madrid. No mientras la ciudad siga siendo un campo de minas y zanjas y vallas y estruendos y andamios. Todas esas autoridades, si de verdad quisieran una Olimpiada, lo primero que harían sería permitir vivir aquí. Es decir, pasear, respirar, trabajar, descansar, dormir. Dejarnos en paz. Es ya una cuestión de supervivencia: somos nosotros o ellos. Que se vayan ellos, por favor.
JAVIER MARÍAS
El País Semanal, 31 de mayo de 2009
jueves, 28 de mayo de 2009
Natalie Merchant - Beloved Wife
Porque te oigo y siento que el corazón se enlentece para oirte también y luego da saltos de alegría, y llora, dentro de mi pecho...
Por esta, mi canción favorita...que ya he puesto, quizá más de una vez...
Os dejo hoy esta canción superlativa:
You were the love
for certain of my life
you were simply my beloved wife
I don't know for certain
how I'll live my life
now alone without my beloved wife
my beloved wife
I can't believe
I've lost the very best of me
you were the love
for certain of my life
you were simply my beloved wife
I don't know for certain
how I'll live my life
now alone without my beloved wife
my beloved wife
I can't believe
I've lost the very best of me
you were the love
for certain of my life
for 50 years simply my beloved wife
with another love I'll never lye again
it's you I can't deny
it's you I can't defy
a depth so deep
into my grief
without my beloved soul
I renounce my life
as my right
now alone without my beloved wife
my beloved wife
my beloved wife
my love is gone she suffered long
in hours of pain
my love is gone
now my suffering begins
my love is gone
would it be wrong if I should
surrender all the joy in my life
go with her tonight?
my love is gone she suffered long
in hours of pain
my love is gone
would it be wrong if I should
just turn my face away from the light
go with her tonight?
miércoles, 27 de mayo de 2009
lunes, 25 de mayo de 2009
Algo insuperable para mi alma...
Sin duda, esto se le ocurrió a un genio!
y una mirada (con música de la gran Loreena McKennitt) al más grande de todos: Waterhouse!
Primero neoclásico, luego Prerrafaelista...finalmente simbolista. Artista de mis sueños desde que no sabía ni cómo se llamaba....
viernes, 22 de mayo de 2009
Solos
Marco con sangre,
los días en tu diario de ausencias.
Espero, exhalo, reviento...
y sólo queda, de nuevo, la espera.
Los ángulos de esta vida
nutren cada segundo, por ti.
Y sigue llegando la música,
siguen mirando las nubes,
y pasan las horas sin tus ojos...
Mirar es no creer, oir
es no saber, tocar...
es hurgar la llaga; y oler
es pudrir el aire.
Sólo "Ser" puede salvar,
el alma que aspira al amor,
sentir, nada más, sin distinguir
manos ni ojos. Amar con todo tú,
ser uno mismo el mensaje
y viajar hacia ti, sin diarios
ni relojes; sin alarmas ni prisas,
sin esperas que disipen el ánimo;
solos; amor y yo.
...
miércoles, 20 de mayo de 2009
Robert Burns - My Heart's In The Highlands. Música - Arvo Pärt
The birth-place of Valour, the country of Worth;
Wherever I wander, wherever I rove,
The hills of the Highlands for ever I love.
My heart's in the Highlands, my heart is not here,
My heart's in the Highlands, a-chasing the deer;
Chasing the wild-deer, and following the roe,
My heart's in the Highlands, wherever I go.
Farewell to the mountains, high-cover'd with snow,
Farewell to the straths and green vallies below;
Farewell to the forests and wild-hanging woods,
Farewell to the torrents and loud-pouring floods.
My heart's in the Highlands, &c.
La maravillosa versión del Maestro Arvo Pärt para contratenor y órgano.
Sublime. El éxtasis.
martes, 19 de mayo de 2009
1920-2009
Ayer quise despedir a Don Mario desde este, mi rincón, pero no pude...
Me quedé llorándole en la intimidad, solos mi recuerdo y su poemario, gastado, con las hojas casi otoñales por el trasiego de años. Sentí que así componía el mejor Requiem que era capaz...de esta manera humilde y honda. Y aunque nunca conocí a Don Mario (ojalá!), creo que a él le hubiera gustado que todos aquellos, las legiones de los que leemos (nunca diré leíamos) su obra le rindieran tributo de esta forma sencilla, sin artificios.
Porque toca directamente mi corazón. Y eso pasa con pocos artistas. A veces duele, otras te hace cosquillas...pero siempre renace de nuevo con cada nueva ojeada a sus letras , a sus poemas,a sus cuentos. Porque esa mirada limpia, esos ojos buenos son la materia de la que escribía...su vida, el amor, el exilio, la tristeza y la alegría. La vida...
Una lágrima desdibujó ayer el primer párrafo de corazón coraza en mi antigua edición de sus poemas seleccionados. Ahora es tiempo de guardarlo y comprar otro ejemplar sobre el que llorar tranquilo.
Gracias Mario!!
domingo, 17 de mayo de 2009
Ni se les ocurra disparar - 17/ 05/ 2009
Y eso nunca, en escenarios de guerra o similares. Es lo que han ordenado la Ministra del ramo y el Estado Mayor de la Defensa para los casos de barcos españoles secuestrados por piratas en el Índico. “Los militares españoles sólo podrán utilizar la fuerza letal cuando esté en riesgo la vida de los marineros secuestrados, pero no para evitar que los armadores tengan que pagar rescates”, decía la noticia. Y añadía: “Se trata de un protocolo muy restrictivo, que contempla el empleo de la fuerza como último recurso, de forma proporcionada y progresiva, y evitando a toda costa una eventual escalada de la tensión” (las cursivas, mías). Mecachis, y yo que creía desde la infancia que el asalto y abordaje por parte de un barco pirata era una situación de máxima tensión difícilmente superable. Pues no, ya ven, toda la vida equivocado. Para el Ministerio de Defensa sólo hay máxima tensión, y está autorizado el uso de la fuerza letal, en el momento en que los piratas empiezan a hacer desfilar por la plancha a sus rehenes, camino del fondo del mar, o a cargárselos en cubierta con tiros en la nuca o decapitaciones. “Al contrario que los Estados Unidos y Francia, que en los últimos días han liberado por la fuerza dos embarcaciones secuestradas, matando a cinco piratas, España sólo contempla el uso de la violencia para salvar la vida de los rehenes, que es la máxima prioridad”, proseguía la noticia. Por fortuna matiza nuestro Ministerio: “Un rescate por la fuerza podría estar justificado si los piratas adoptan actitudes más violentas hacia sus secuestrados, lo que no se puede descartar tras los últimos incidentes”. Supongo que los marinos españoles, en sus fragatas, sabrán por arte de magia, o a través de algún médium, en qué instante a dichos piratas –fuera de su campo visual y de su alcance– les ha dado por ponerse “más violentos” con sus cautivos. Y entonces sí, ah, entonces que se preparen, porque haremos uso de la fuerza letal, aunque estemos a centenares de millas y no tengamos ni idea de dónde se encuentran, ni ellos ni sus prisioneros brutalizados. Pero ojo, antes habrá que cerciorarse de que están pasando a éstos a cuchillo, no vayamos a contribuir “a una eventual escalada de la tensión”.
Seguro que nuestro Ministerio no vio la suficiente en el ataque que pocos días después sufrió el crucero italiano Melody, con casi mil pasajeros a bordo. El propio jefe de los asaltantes, Mohamed Muse, se lo contaba decepcionado a France-Presse en Mogadiscio (curioso mundo en el que este individuo hace declaraciones a una agencia de información): “La captura de un barco tan grande habría representado una nueva era de la piratería”, se lamentó como quien habla de un récord fallido para el Guinness. “Pero los del crucero utilizaron una táctica inteligente y no pudimos subir a bordo. Estábamos listos para capturarlo, realmente los acribillamos a balazos, pero es un barco imponente y sólo contábamos con diez hombres”, se excusó. La “táctica inteligente” del Melody consistió, entre otras argucias, en “repartir las pistolas de la caja fuerte entre el personal de seguridad” y movilizar a cincuenta marineros. Y, tras alguna que otra artimaña, “nuestros hombres empezaron a disparar y los piratas desistieron”. Fatal, oigan, fatal, por lo menos para nuestro Ministerio, que en modo alguno se habría permitido reaccionar tan desproporcionadamente, acrecentando la tensión. ¿Acaso estaba en peligro la vida de los secuestrados? Pero por favor, si ni siquiera habían secuestrado aún a nadie, los pobres piratas. Cómo íbamos a dispararles. Sólo estaban acribillándonos a balazos e intentando capturar a unos mil, y una mera tentativa no es motivo para abrir fuego. Recuerden que somos humanitarios, y abnegadas fuerzas de paz.
JAVIER MARÍAS
El País Semanal, 17 de mayo de 2009
Gracias Sr Marías. Esta si que es de las buenas.
sábado, 16 de mayo de 2009
Mademoiselle Satán - Jorge Carrera Andrade.
¿Por qué me hiciste , di, de tu cuerpo regalo
la señal de tus dientes llevo como silicio
en mi carne posesa del Enemigo Malo.
¿Por qué probó mi lengua el sabor de tu sexo
y el vino que en la noche destiló tus pezones?
¿Por qué el vello que nace de tu vientre convexo
se erizó para mí con nuevas tentaciones?
¿Por qué se hundió en mis labios tu lengua venenosa
y se hallaron tus ojos con un lúbrico signo?
Y cuando haces vibrar tu desnudez lechosa
pienso en que debes ser la hembra del maligno.
Si se adueñó este ídolo de mi alma hasta la muerte
y no tengo la culpa ¡oh San Antonio casto!
Yo que era niño aún y como el roble fuerte
dejé quemar mi vida sobre tu altar nefasto.
Yo la he visto desnuda ¡Señor!, ¡si, yo la he visto!
Tembló y quedose el alma eternamente muda.
Prefiero a ese recuerdo los tres clavos de Cristo,
la cruz, antes que verla en mis noches desnuda.
Señorita Satán, tú que todo lo puedes,
tus hombros, tu cadera que reclaman incienso,
tus suaves pies, tus brazos, son otras tantas redes,
tendidas hacia el pobre corazón indefenso.
Me diste el dulce gusto de tu boca, el turbante
martirio de tus muslos ceñiste a mi cintura,
y cuando fuimos presa del espasmo extenuante,
tu enorme beso fue como una quemadura.
Eres la hembra única, lo mismo en el reposo
que en el sexual combate, ¡Santa Orquídea del vicio!
Hasta cuando torturas con tu cuerpo oloroso,
no hay placer en el mundo que iguale aquel suplicio.
Satán, mujer que tienes un rubí en cada pecho,
tus verdes ojos lúbricos son siempre una asechanza,
tu desnudez que viene las noches a mi lecho,
para mi ciego olvido, es tu mejor venganza.
Jorge Carrera Andrade
viernes, 15 de mayo de 2009
Perdóname
Can you forgive me again?
I don't know what I said
But I didn't mean to hurt you
I heard the words come out
I felt that I would die
It hurt so much to hurt you
Then you look at me
You're not shouting anymore
You're silently broken
I'd give anything now
to kill those words for you
Each time I say something I regret I cry "I don't want to lose you."
But somehow I know that you will never leave me, yeah.
'Cause you were made for me
Somehow I'll make you see
How happy you make me
I can't live this life
Without you by my side
I need you to survive
So stay with me
You look in my eyes and I'm screaming inside that I'm sorry.
And you forgive me again
You're my one true friend
And I never meant to hurt you
...................pues eso. Sea lo que sea que te haya molestado: Perdóname.
La única manera de herir a una persona si la quieres de verdad es sin darte cuenta, por un terrible error, por una burla ciega del destino....
miércoles, 13 de mayo de 2009
martes, 12 de mayo de 2009
domingo, 10 de mayo de 2009
Día de Confesiones - 10 /5/ 2.009
A mi regreso de un viaje llamé a Arturo Pérez-Reverte con preocupación. Me la habían causado dos artículos suyos, publicados durante mi ausencia, en el suplemento en que escribe todos los domingos. (No soy indiscreto al relatar esta conversación, ya que se refirió exclusivamente a cosas que él mismo había revelado a millones de lectores.) “¿Cómo es eso de que desayunas crispies y un vaso de leche y que mientras tanto hojeas revistas del corazón?”, le pregunté, pues eso había confesado en la primera de sus columnas. Y añadí: “Nada en contra de nada, pero me extraña que lo hayas contado. Estoy seguro de que muchos seguidores se habrán quedado perplejos: habrían esperado que desayunases chistorras y huevos fritos, o en su defecto un carajillo, y que hojearas viejas Hazañas bélicas o por lo menos Rip Kirby. ¿Y qué es eso de que has vuelto a ver en DVD Las cosas del querer” (la notable película de Jaime Chávarri, como contaba Pérez-Reverte en la segunda columna) “y que en el coche vas oyendo a menudo copla española? Me temo que tus lectores estarán estupefactos. Esperarán que repitas Río Bravo o ¡Hundid el Bismarck!, que ya sé que también ves con frecuencia, y que al conducir escuches a tus Tigres del Norte, o canciones de piratas, o unas buenas marchas militares, aunque sean británicas”. Su respuesta, que vino tras una carcajada, fue noble y parca, como le cuadra a él: “Tienes razón. Voy a llevar más ojo, me estoy amariconando”.
La verdad es que lo honra haber admitido todas estas costumbres que en principio no casan mucho con la imagen aguerrida que se tiene de él. Somos pocos los que confesamos no ya nuestras “debilidades”, sino ciertos gustos que, por uno u otro motivo, nos parece que “no quedan bien” o que no son acordes con la personalidad que nos hemos forjado de cara al exterior, y no hablo sólo de las personas más o menos públicas, sino de cualquier particular. A muchos de éstos les cuesta reconocer, ante sus amistades o conocidos, que disfrutan con músicas o películas o programas no ya “impropios” del carácter que exhiben, sino directamente abominables. A veces tenemos una justificación que analicé hace diez años en un artículo titulado “Ídolos de la aberración”: hay personajes, emisiones, espectáculos que nos horripilan tanto que no podemos apartar la vista o el oído de ellos. Es la fascinación del horror. Permanecemos clavados ante la televisión o la radio, incapaces de zapear o de mover el dial, embriagados por la incredulidad y el espanto. Sé de gente normal que no se perdía unos maitines del Monaguillo Colérico ni un teledragó de Dragó, para comprobar el nivel hasta el que podían bajar. (Descuiden, no me engaño: también sé que hay personas que leen religiosamente esta página para odiarme a gusto y decirse: “Es que lo de este tío no tiene nombre”.)
No voy a ser menos que mi colega Alatriste, luego voy a confesar. Nada puedo decir de mis desayunos porque más bien no desayuno: bebo un poco de Coca-Cola sin cafeína, y si tengo hambre (no suelo), un “esencial de pera”. No me da tiempo a hojear nada. Los lectores memoriosos saben que he sido fiel seguidor de Los Soprano, El ala oeste de la Casa Blanca, Deadwood, Mad Men y 24, pero estas series (dudosa la última) entran dentro del buen gusto convencional. Lo que nunca he dicho es que también he seguido –a ráfagas, bien es verdad– Los Serrano, francamente zafia en su conjunto; que estoy viendo algún episodio de Águila Roja, que de niño no habría tolerado ni en tebeo; que desde hace varias temporadas procuro estar al tanto de Amar en tiempos revueltos, inicialmente porque en su equipo de guionistas está una gran amiga mía, Julia Altares, y luego por acostumbramiento, dado que se trata de una producción digna para ser cotidiana, aunque irregular; y que de vez en cuando me asomo a Dónde te escondes, corazón (aquí sí por el horror). También confieso que algunas noches me pongo viejas comedias ñoñas de la insoportable Doris Day, y en cuanto a música, me entusiasman el calypso y las broncas baladas irlandesas de The Dubliners y The Clancy Brothers, que también le gustan a Bob Dylan, uno siempre busca afinidades ennoblecedoras. (La música en español no la aguanto, salvo las rancheras y poco más, ahí tengo poco por lo que sonrojarme.)
Todos tenemos gustos o pasiones indecentes o que, aunque no lo sean, solemos ocultar. Hace poco me contaba por carta John Ashbery, candidato al Nobel y el poeta de mayor prestigio de su país, que a sus ochenta y un años le encantaba ponerse las películas más absurdas (musicales demenciales y comedias ridículas de los cincuenta). Ojo, es lo que se llama un poeta serio e intelectual. Me pregunto qué hace que nos gusten cosas que sabemos que son mediocres o malas, y qué nos lleva a callar ese gusto. Quizá todos necesitamos ser vulgares al menos un rato al día, y sentirnos masa, y en compañía abundante, para ayudarnos a entender el mundo y por tanto a nosotros mismos, que nunca somos tan distintos unos de otros. Curiosamente, en lo que no sé permitirme “desfallecimientos” es en lo que practico, la novela: no me veo leyendo El perro con el pijama de rayas ni El incidente de los cometas en el crepúsculo ni La chica que soñaba con los números primos. Quizá debería aprender a arriesgarme, también en ese campo.
JAVIER MARÍAS
El País Semanal, 10 de mayo de 2009
sábado, 9 de mayo de 2009
Stirb nicht vor mir
Die Nacht öffnet ihren Schoß
Das Kind heißt Einsamkeit
Es ist kalt und regungslos
Ich weine leise in die Zeit
Ich weiß nicht wie du heißt
Doch ich weiß dass es dich gibt
Ich weiß dass irgendwann
irgendwer mich liebt
He comes to me every night
No words are left to say
With his hands around my neck
I close my eyes and pass away
I don't know who he is
In my dreams he does exist
His passion is a kiss
And I can not resist
Ich warte hier
Don't die before I do
Ich warte hier
Stirb nicht vor mir
I don't know who you are
I know that you exist
Stirb nicht
Sometimes love seems so far
Ich warte hier
Your love I can't dismiss
Ich warte hier
Alle Häuser sind verschneit
Und in den Fenstern Kerzenlicht
Dort liegen sie zu zweit
Und ich
Ich warte nur auf dich
Ich warte hier
Don't die before I do
Ich warte hier
Stirb nicht vor mir
I don't know who you are
I know that you exist
Stirb nicht
Sometimes love seems so far
Ich warte hier
Your love I can't dismiss
Stirb nicht vor mir
Pues eso...no mueras antes de que yo lo haga...
viernes, 8 de mayo de 2009
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?
Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de hierba mala,
yugos que habréis de dejar
rotos sobre sus espaldas. [...]»
____Miguel Hernandez -Vientos del pueblo me llaman.
«Nosotros somos quien somos.
¡Basta de Historia y de cuentos!
¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.
Ni vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.
Somos el ser que se crece.
Somos un río derecho.
Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.
Somos bárbaros, sencillos.
Somos a muerte lo ibero
que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero.
De cuanto fue nos nutrimos,
transformándonos crecemos
y así somos quienes somos golpe a golpe y muerto a muerto.
¡A la calle! que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
No reniego de mi origen
pero digo que seremos
mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.
Españoles con futuro
y españoles que, por serlo,
aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.
Recuerdo nuestros errores
con mala saña y buen viento.
Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.
Vuelvo a decirte quién eres.
Vuelvo a pensarte, suspenso.
Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo que empiezo.
No quiero justificarte
como haría un leguleyo,
Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.
España mía, combate
que atormentas mis adentros,
para salvarme y salvarte, con amor te deletreo».
____Gabriel Celaya-España en marcha.
"El sentido de la Patria no es un mito " , como dijo Manuel Azaña....
miércoles, 6 de mayo de 2009
Arvo Pärt - Cantus in Memoriam Benjamin Britten
Cuando pienso en música que me emocione, las canciones, las melodías, los lieder, los pasajes de miles de obras, de óperas, de sinfonías, de cuartetos de cuerda etc, etc.... vienen en tropel a mi memoria....pero tras el filtro de la primera emoción sólo unas docenas quedan, esa docena de canciones que han quedado ligadas a algún momento importante de mi vida, en el que el sentimiento y la música se hiciéron tan íntimos que parecía que los acordes brotaran de mi propio corazón.
Esto me ocurre con Cantus in Memoriam Benjamin Britten del estonio Arvo Pärt, para orquesta de cuerdas y campanas.
Escrita en 1977, un año después de la muerte de Britten, esta obra puede ser considerada como una meditación sobre la muerte, nuestra relación con la muerte y la relación de la música con el silencio. "Cantus" es una sola idea temática que crece en intensidad y dolor. La simplicidd de su concepto y singularidad de emoción le da un significado muy expresivo y trascendental.
Arvo Pärt es un compositor contemporáneo muy interesante, tanto por la evolución que presenta al atravesar distintas fases compositivas, como por su hallazgo de un estilo propio motivado por la búsqueda del vehículo idóneo a través del cual recrear sus emociones de la manera más fluida posible.
Esta música, sin ser exclusivamente litúrgica, se relacionará con la idea de luminosidad más desde el punto de vista del autodescubrimiento que desde el religioso (ortodoxo) aunque bebiendo de este último en las temáticas de algunas de sus obras vocales.
Pärt nace en Paide, Estonia, un 11 de septiembre de 1935. Crece en la ciudad de Tallin donde estudia composición con el maestro Heino Eller. Durante esta etapa, hasta 1967, trabaja como Ingeniero de sonido para una división de la radio de Estonia. Realiza grabaciones y compone música para el cine y TV nacional. Estos tempranos trabajos como estudiante muestran la influencia de compositores rusos como Shostakovich y Prokofiev, alejándose de esta vía en años posteriores. (De esta etapa datan 2 Sonatinas y 1 Partita de 1958).
En 1980 Pärt recibe autorización oficial para dejar la Unión soviética y emigra a Austria con su familia estableciéndose en Viena. Allí recibe una beca para la Academia de Estudios Alemana para el año 1981-82 y se traslada a Berlín donde reside desde entonces.
Hasta 1968, Arvo Pärt fue uno de los principales protagonistas de la Vanguardia Musical de la Unión Soviética, utilizando en sus composiciones técnicas de procedencia occidental como el dodecafonismo, Serialismo, la música aleatoria…
Período Experimental
-“Nekrolog” (1960) fue la primera composición estoniana que empleó la técnica serial, compuesta estando aún en el conservatorio.
- Pärt continuó con el serialismo y técnicas aleatorias hasta la mitad de los sesenta, (“Sinfonía Nº 1” –Polifónica y “Perpetuum Mobile”, 1963).
En 1962 obtiene el primer premio en el Concurso de Jóvenes Compositores de la Unión Soviética realizado en Moscú, con la cantata para niños “Meie Aed” (Nuestro Jardín) y un oratorio “Maailma Saam” (El gran paso del mundo). Una tercera obra coral de este período es “Solfeggio”, una composición de tan solo una página.
Fase de transición
Estas experiencias con el serialismo y dodecafonismo no le resultan del todo satisfactorias y devienen en otro periodo que se extiende desde el 64 al 68. En él explorará técnicas de politonalidad, indeterminación, pastiche, collage y puntillismo.
Con la técnica del collage, inserta material musical de otros compositores dentro de una estructura serial. La técnica de collage agrega elementos de tonalidad tradicional en sus composiciones, mientras la estructura serial integral básica seguía siendo la misma.
Una de las primeras creaciones de esta etapa es la obra “Collage sobre B.A.C.H” en la que introduce una zarabanda para oboe y clavecín que luego es interrumpida por violentos clusters de piano.
Otros ejemplos son la “Sinfonía Nº 2”, obra de carácter turbulento que concluye con una cita del “Album para niños” de Chaikovski el Concierto “Pro et Contra,” para Cello y Orchestra del 66, (para Mstislav Rostropovich) y el “Credo” con inserciones del “El clave bien temperado” de J.S.Bach.
Tras componer el Credo en 1968, Pärt deviene en un periodo de silencio artístico por diversos motivos. Aquí escucha por primera vez el canto gregoriano y queda absorto por lo que oye. Inmediatamente se lanza a la búsqueda de música relacionada con el gregoriano y emprende un estudio intensivo de la música de la Escuela de Notre Dame, Guillaume de Machaut, Obrecht, Ockemghem, Josquin des Prez y Tomás Luis de Victoria principalmente. En este mundo Pärt encuentra la respuesta al anhelo espiritual y a la sed interior que había venido experimentando
En 1971 Pärt emerge de este silencio con su tercera Sinfonía. Ésta difiere mucho de sus trabajos anteriores. Contiene elementos medievales y clásicos en las áreas de la melodía y del ritmo.
Abandona el serialismo a favor de planteamientos más introspectivos. Sin embargo, Pärt no estaba preparado para abandonar la búsqueda de lo que llama su auténtica voz musical. En 1972, tras componer una Cantata Sinfónica “Lied und Galiebte” entra de nuevo en un periodo de silencio. Tras cuatro años Pärt regresa ya habiendo encontrado la voz y el impulso que había estado buscando. Emerge del silencio trayendo esta vez consigo el “Tintinabular de las campanas”.
- Incursión de elementos bizantinos como es el Basso Profundo típico de la Música Ortodoxa Rusa
-Hoquetus entre las os partes del órgano: sensación respirante
Tintinnabuli
El nuevo estilo, la Tintinnabuli, se funda sobre dos principios fundamentales. El primero es la Renuncia Voluntaria. Esto se refiere al empleo intencionado de un número determinado de posibilidades composicionales llevado en ocasiones al exceso. Esto da como resultado una textura musical en la que los elementos no esenciales y ornamentales han sido descartados dejando una estructura vertebral de tipo esencial.
Es en esta estructura fundamental donde se implementa el segundo principio, el de los procedimientos organizativos estrictos. Consiste en una combinación sistemática de las líneas musicales para formar estructuras contundentes ( Fuerza a partir de la Sutileza)
-Dos de sus favoritos son el Canon Mensurado, recurso típico del Renacimiento en el que las voces e imitan a diferentes velocidades y
-el proceso de Adicción Reducción que consiste en añadir y eliminar de la textura líneas melódicas de manera sistemática.
Este nuevo estilo se basa en la utilización de la triada fundamental como sustento de la obra.
Encontramos una ausencia de tensión resolución entre las funciones armónicas que rigen las prácticas musicales tonales. Esto provoca una impresión global de éxtasis, una sensación de estar viendo el mismo objeto desde diferentes direcciones. Es la llamada constante de un sonido basado en una nota central como si la tríada fuera un fenómeno de la naturaleza La música se expande y se contrae como si fueran respiraciones
Relacionado con el principio de renuncia voluntaria está el uso del silencio en las obras de Pärt. Le da mucha importancia y lo contempla como la condición física de la que emerge la música y como la actitud de paz interior que su música trata de comunicar
Trabaja con dos tipos de líneas:
-Melódicas se mueven alrededor de un eje tonal que será la raíz de la tríada. No es una fuerza generatriz automática sino más bien dotada de intención.
-Acompañamiento: Son las líneas de tintinnabuli propiamente .Son normalmente las tres notas de la tríada fundamental que se mueven alrededor de la línea melódica. . Esta tríada suele ser la fundamental de una tonalidad aunque en algunas obras aparece combinada con las notas de otras triadas “secundarias” también presentes en cada tonalidad o con notas de paso.
Este movimiento de tintinnabular puede ser superior a la línea melódica, inferior o alterno.
Esta nueva manera de trabajar las voces la combina Pärt con otros recursos musicales de diversas procedencias: Medioevo, Renacimiento, Minimalismo…
-Hoquetus: Composición de los siglos XII y XIII
(Conductus y Motetes del XIII) que hace referencia a la alternancia de sonido y silencio de manera complememtaria de manera que cuando una voz está en silencio, la otra suena.
-Canon Mensurado
Un ejemplo es el “Cantus in memory of Benjamín Britten” en la que las partes melódicas empiezan en el centro tonal y gradualmente se expanden bajando en la escala un nota cada repetición regresando siempre al centro tonal antes de cada comienzo.
-Organum
Voces dependientes rítmicamente pero melódicamente mas Libres tipo organum del XII o discantus y también obras con notas pedales sostenidas en el grave tipo Florido
Todos estos recursos técnicos y formales no son lo más importante ni lo directamente perceptible en su obra. Lo sorprendente es que lo que comunica su música va más allá de su forma o de los componentes que pueden dilucidarse en ella. Una vez identificados algunos de estos rasgos en su obra, al escucharla se descubre que son lo que menos importa de ella. Este estilo asi conformado es un mero vehículo a través del que dejar fluir su sensibilidad musical
Muchas veces se la ha denominado Minimalista y aquí cabe hacer unas especificaciones. Cierto es que minimiza el material tonal y rítmico, presenta ausencia de modulación y casi total de cromatismos.
Sus relaciones con el Minimalismo no residirían en la repetición de figuras melódicas sino en la pequeña cantidad de notas que utiliza -siendo más un uso reservado que restringido- y en el concepto de duración extendida.
Las obras de Pärt son una amalgama de técnicas que usa para producir la ilusión de una conexión entre tiempo y atemporalidad (Stabat Mater) En conjunción con la idea minimalista de la duración extendida, las composiciones de Pärt están diseñadas para aparecer suspendidas en el tiempo, se destruye el movimiento para dejar que el texto haga sus arsis y tesis libremente.
El despertar espiritual de Pärt es inseparable de lo que él considera verdades últimas en música. Encontró en la música antigua medieval una noción diferente de lo que la música ES y sobre todo PARA QUÉ ES. Su obra no solo muestra afinidades con la cantilación, liturgia medieval, etc.… sino que también explora conceptos ritualísticos típicos del Folk y de culturas étnicas.
En el corazón del sonido hay un silencio eterno.
“Time and timelessness are connected. This instant and eternity are struggling within us. And this is the cause of all of our contradictions, our obstinacy, our narrow”
-Arvo Pärt
martes, 5 de mayo de 2009
"Agotada" - Elizabeth Eleanor Siddal.
La siguiente escena, que en la pluma de Elizabeth Eleanor Siddal alcanza una intimidad y una gravedad asombrosas, posiblemente haya sido parte de la experiencia común de todos nosotros.
Quizás hayas estado con una dama que necesitaba tu presencia, sin amarte; o tal vez hayas sido tú aquella mujer distante, que agotada por el infortunio necesitabas de un cuerpo cálido a tu lado.
Los roles pueden invertirse, pero todos nos hemos sentido cansados. Todos hemos sido el lecho de las lágrimas ajenas o la fuente de una pena derramada gota a gota sobre un cuerpo cómplice, dolorosamente extraño.
Elizabeth Eleanor Siddal.
Tus fuertes brazos me rodean,
Mi cabello se enamora de tus hombros;
Lentas palabras de consuelo caen sobre mi,
Sin embargo mi corazón no tiene descanso.
Porque sólo una cosa trémula queda de mí,
Que jamás podrá ser algo,
Salvo un pájaro de alas rotas
Huyendo en vano de ti.
No puedo darte el amor
Que ya no es mío,
El amor que me golpeó y derribó
Sobre la nieve cegadora.
Sólo puedo darte un corazón herido
Y unos ojos agotados por el dolor,
Una boca perdida no puede sonreír,
Y tal vez ya nunca vuelva a reír.
Pero rodéame con tus brazos, amor,
Hasta que el sueño me arrebate;
Entonces déjame, no digas adiós,
Salvo si despierto, envuelta en llanto.
"El mandarín milagroso" de Bela Bartok.
Los horrores de la segunda década del siglo XX, desgarrada por la guerra, aparecen reflejados en gran parte del arte europeo. Como explica el biógrafo de Bartók, József Ujfalussy:
"El arte europeo empezó a estar poblado de horrores inhumanos y monstruos apocalípticos. Estos eran creaciones de un mundo burgués en el cual la imaginación del hombre había sido afectada por crisis políticas, guerras, y la amenaza a la vida... Esta manifestación del horror latente y del peligro oculto en el crimen, junto con un intento de retratar estos males en toda su magnitud apocalíptica, fue una expresión de protesta de los artistas del siglo XX contra los ideales obsoletos y la deshumanización de la civilización contemporánea. En su estudio de El Mandarín Milagroso, Bence Szabolcsi ha expresado que los sentimientos de 'ira y desesperación' fueron responsables en gran parte de las protestas artísticas que canalizaron todas las corrientes furiosas de indignación. La avantgarde de las comunidades artísticas, especialmente durante la guerra, consideraba que ningún método era demasiado llamativo ni demasiado chocante para utilizarlo en sus intentos de atraer la atención hacia sus advertencias de la undécima hora y sus gritos pidiendo ayuda. Apartan de sí todas las nociones anteriores sobre lo que es correcto, para disipar las ilusiones que impedían a la gente ver lo que estaba sucediendo realmente en el mundo...
La gran mayoría de los intelectuales radicales húngaros reconocía en la guerra imperial el legado de un pasado odioso y se oponían a él con todas sus fuerzas... La perspectiva social y artística de Bartók hizo que este se sintiera atraído por los escritores, pintores y escultores húngaros que tenían opiniones revolucionarias y se oponían absolutamente al mantenimiento del antiguo orden. Estas eran las ideas que ocupaban su mente cuando leyó el libreto de [Menyhért] Lengyel.
En los personajes de Lengyel es fácil reconocer algún reflejo de los fantasmas que acosaban la imaginación de la época: el crimen, el erotismo, la barbarie y los misterios del Oriente. La crítica social implícita en el texto y su estilo satírico mordaz son innegables. Pero hay una nota intrusiva y penetrante de brutalidad naturalista que despierta horror y asco y sirve para ocultar el objeto de la crítica. La muchacha, que simboliza a la humanidad, está atrapada en un conflicto entre dos clases de barbarie, que ella misma deberá resolver si es que ha de poner fin al horror de su situación. Una vez más, Bartók expresa su odio por la inhumanidad de la civilización urbana. No considera al mandarín como a un monstruo grotesco, sino más bien como a la personificación de la fuerza primitiva y bárbara, un ejemplo del 'hombre natural' por quien se sentía tan atraído."
El personaje central es la muchacha, llevada por la fuerza de las circunstancias a ejercer la prostitución. Ella revela un aspecto diferente de su carácter en cada uno de los encuentros. Está siendo utilizada como instrumento por tres ladrones para atraer víctimas. Durante el curso de la pantomima, seduce a tres hombres. El primero es un anciano sin dinero. El segundo es un adolescente por el que se siente atraída de un modo impersonal. Pero el joven tampoco tiene dinero y es descartado. Entonces llega el rico mandarín, quien se excita enormemente con la danza seductora de la muchacha. Está henchido por la pasión, pero la muchacha se aparta de él horrorizada. Los ladrones lo someten y le roban, pero su deseo por la muchacha no disminuye. Los ladrones tratan de matarlo, ahogándole, apuñalándole, ahorcándole. Pero su pasión le mantiene vivo. Finalmente, la muchacha se entrega al mandarín. Una vez satisfecho su deseo, el mandarín muere.
El carácter erótico y violento de El Mandarín Milagroso operó en contra de su estreno. En 1921 fracasó una producción en Berlín, y lo mismo ocurrió todos los años, desde 1922 hasta 1926, en la Ópera de Budapest. La música violenta desde luego no contribuyó a convencer a ningún productor acerca de la viabilidad de la obra para el escenario.
No obstante, Bartók sentía que esta era una de sus mejores obras y quería verla en escena. Por lo tanto, se dedicó a revisarla y censurarla. Eliminó más de la mitad de las escenas sugerentes entre la muchacha y el adolescente. También suprimió dos de las tres partes culminantes en la escena donde, finalmente, el mandarín logra satisfacer su pasión. Por fin, se programó una representación -después de repetidos retrasos- en Colonia, casi una década después de que Bartok empezara a escribir la pieza.
El compositor no estaba contento con la elección de la ciudad, debido al carácter conservador de Colonia. Como era de predecir, el estreno fue un fracaso. Uno de los periódicos informó que la obra:
"Había despertado la oposición de una gran mayoría de la audiencia. La conmoción que estalló en el auditorio y la trama repugnante hicieron que las filas de butacas próximas al escenario se vaciaran antes del final. Y, al caer el telón, siguió una retirada apresurada de los espacios que habían sido profanados por esta obra inferior (para expresarlo con moderación)... El estreno de esta obra bartokiana de prostituta y proxeneta con un barullo orquestal hubiera terminado en un rechazo calmado y silencioso si algunos pequeños grupos... no hubieran intentado, mediante aplausos y gritos, pidiendo la presencia del autor, transformar el incontrovertible fracaso de la obra en un éxito... Durante varios minutos resonaron gritos de '¡Vergüenza! ¡Vulgaridad! ¡Escándalo!' Los aplausos quedaron prácticamente ahogados. La barahúnda volvió a crecer cuando, a pesar del éxodo, el señor Bartók salió al escenario. Para entonces, ya era hora de bajar el telón de hierro, lo que se hizo con el aplauso de la mayoría."
El alcalde de Colonia, Konrad Adenauer, citó al director y le reprendió y se prohibieron todas las representaciones posteriores. Otras ciudades, temiendo que se pudiera repetir semejante tumulto, evitaron presentar la pantomima. Solamente en Praga tuvo éxito, pero muy brevemente. La Ópera de Budapest, controlada por el gobierno, siguió vacilando con respecto a la producción de esta controvertida obra del más grande compositor de Hungría. Finalmente, después de incontables retrasos, se programó una versión completamente modificada y transformada con respecto al concepto original. Cuando Bartok asistió a un ensayo, se sintió horrorizado ante esta parodia de su obra. Su insatisfacción fue debidamente informada por la prensa, y los productores sintieron que el escándalo sería inevitable, cualquiera fuera la forma en que se presentara la obra. La representación fue postergada una vez más y luego fue cancelada. Budapest tuvo que esperar hasta después de la muerte de Bartok para ver en escena esta obra poderosa.
El compositor estaba dispuesto a transigir, pero sentía que debía mantener la crítica social subyacente de la pantomima. Se podía prescindir de las escenas explícitas de sexo, pero no del cuadro grotesco de la vida urbana. Hizo otra revisión importante, remplazando el climax sexual casi gráfico del mandarín con música que describía, según las palabras del estudioso de Bartok, John Vinton, "una experiencia más trascendente que física". Más tarde, el compositor decidió extraer una suite orquestal, esencialmente los dos primeros tercios de la música. Consideraba, y correctamente, como al final resultó, que la música misma, sin la trama grotesca y erótica, sería mucho mejor recibida por el público.
El musicólogo Vinton considera que "si la obra hubiera sido estrenada en Berlín, como quería Bartok, o en París, o si la Universal Edition [su empresa editora] hubiera sido más partidaria de la publicidad, El Mandarín Milagroso hubiera ganado un público entusiasta, comparable al de La Consagración de la Primavera de Stravinsky. En cambio, el gusto del público parece haberla estereotipado como una pieza de época demasiado desvergonzada y grotesca para la década del veinte y, actualmente, demasiado ingenua y grotesca."
La siguiente descripción de El Mandarín Milagroso surge de las directivas escénicas que aparecen en la partitura de Bartok y la interpretación que se da en la biografía de Ujfalussy.
La obra abre con una acometida de las cuerdas y notas incisivas repetidas con los vientos, bronces y percusión. Estas notas, que se oyen a lo largo de gran parte de la música, simbolizan el entorno urbano de la historia. Aparecen cada vez que los ladrones salen de sus escondites. La naturaleza inmutable de esta figura da a entender que el submundo del crimen urbano jamás cambia.
El telón se levanta cuando se acalla esta apertura violenta. Acompañadas por trémolos de las cuerdas bajas, las violas tocan una figura rítmica: el primer ladrón revisa su cartera buscando dinero, sin éxito. La figura rítmica se transfiere a los violines, mientras el segundo ladrón busca en un armario de cocina, sin encontrar nada. El tercer ladrón salta de la cama, se aproxima a la muchacha y le ordena situarse junto a la ventana y atraer a los hombres de la calle para que ellos les puedan robar.
La música se vuelve más lenta y pierde nerviosismo. Después de una fanfarria de cornos, los violines altos anuncian que la muchacha desobedece. Su tema deriva del de los ladrones, demostrando que ella se encuentra en su poder, pero conlleva un indicio de sufrimiento. Los ladrones repiten la orden, la muchacha se rinde y, con renuencia, se acerca a la ventana. Un vacilante solo de clarinete indica su renuencia. La muchacha ve a un hombre y, a medida que se intensifican las figuras de notas repetidas de la orquesta, este asciende por las escaleras. Los ladrones se esconden. Una música deslizante de trombones indica que entra un viejo, un caballero pobre. Esta música espasmódica es como la de un títere y, en realidad, la muchacha se burla de él como la princesa de un cuento de hadas podría burlarse de un títere de madera. El caballero hace cómicas insinuaciones sexuales. La muchacha le pregunta si tiene dinero. Un solo de corno inglés indica su respuesta. El dinero no tiene importancia, porque el amor es supremo. A medida que la música se vuelve más lenta, el anciano se pone cada vez más insistente. Ahora, la música se acelera y, mientras vuelve a las notas repetidas, los tres ladrones saltan súbitamente desde sus escondites, agarran al viejo caballero y lo echan. Se vuelven airados hacia la muchacha y la obligan a acercarse otra vez a la ventana.
Nuevamente, un solo de clarinete ilustra su renuencia, pero esta vez la música es menos vacilante. La muchacha pierde las esperanzas de no participar en el plan de los ladrones. Divisa a otra persona. Los ladrones vuelven a esconderse. Con un lírico solo de oboe, aparece en la puerta un adolescente ruboroso. Apenas puede ocultar su vergüenza. La muchacha lo acaricia para alentarlo, al mismo tiempo que tantea su bolsa. No tiene dinero. Ella lo atrae hacia sí y empieza a bailar tímidamente con él. El ritmo de cinco compases de su danza lenta simboliza su timidez: se sienten atraídos mutuamente, pero ambos se dan cuenta de la desesperanza de su situación. La música se acelera a medida que la danza se hace más apasionada pero, de pronto, con el retorno de las violentas notas repetidas, reaparecen los ladrones. Agarran al joven y lo echan.
Los ladrones le ordenan a la muchacha que coopere y que encuentre a un hombre adecuado. Otra vez se oye la música de clarinete mientras ella se acerca a la ventana por tercera vez. Cuando la música se hace más agitada, ella divisa con horror una silueta siniestra en la calle. Ya se oyen los pasos que ascienden. Los ladrones se esconden. Un poderoso descenso de dos notas en los bronces, con un glissando de trombón, anuncia que ha llegado el mandarín. Este se queda inmóvil, de pie en el vano de la puerta. La muchacha, atemorizada, corre hacia el otro extremo de la habitación.
Ella vence la repugnancia que siente por él y comienza una danza lenta y cauta. Poco a poco, la danza se hace más animada, y en su climax adquiere un erotismo salvaje. El mandarín inmóvil la mira fijo durante toda la danza. Su pasión creciente apenas se nota. La danza de la muchacha revela su verdadero yo, y sus movimientos tímidos se transforman en un vals. El vals se convierte en una danza estática de muerte, una marcha salvaje.
Finalmente, la muchacha cae sobre el mandarín. Empieza a temblar con febril excitación. Luego se estremece, anticipando el abrazo del hombre. Trata de apartarse de él, mientras los trombones describen el creciente frenesí del mandarín. La música estalla en ritmos rígidos con notas repetidas, con los instrumentos bajos. El mandarín comienza su agitada persecución de la muchacha, que escapa continuamente. Se oye una versión atemorizada del tema de la muchacha, que empieza con las violas y los violonchelos pero, finalmente, envuelve a toda la orquesta.
Esta música frenética se interrumpe cuando el mandarín tropieza, se levanta rápidamente y continúa su persecución cada vez más apasionadamente. Finalmente, retorna el tema de la muchacha y el mandarín la alcanza. Luchan entre ellos.
Aquí, en el climax vehemente, termina la suite del mandarín milagroso. Pero en la obra completa, los ladrones vuelven. La música describe gráficamente sus tres intentos de asesinar al mandarín, la gratificación del deseo de este y su muerte. Bartok omitió esta música de la suite porque, indudablemente, creía que esa era toda la música frenética que podía soportar un oyente, sin estar directamente involucrado en la acción escénica.
Suite 2/2
domingo, 3 de mayo de 2009
Las arritmias...
muajajajajaj!!!
Que arte diosmiodemiarma....
Lodo
Si tu me dices ven
lo dejo todo
si tu me dices ven
sera todo para ti
mis momentos mas ocultos
tambien te los daré
mi secretos que, son pocos
seran tuyos también
si tu me dicen ven
todo cambiara
si tu me dices ven
habra felicidad
si tu me dices ven...si tu me dices ven...
No detengas el momento por las indecisiones
para unir alma con alma...corazón con corazón
reir contigo aunque cualquier dolor...
llorar contigo....llorar contigo sera mi salavacion
aayyy....
Pero si tu me dices ven
lo dejo todo
que no.....tarde...y te encuentres en la calle
perdida...sin rumbo y en el lodo
si tu me dices ven..lo dejo todo
Elegir lo grotesco - 3 /05/ 2.009
Claro que el precedente fue Hitler, y mucho más grave, el cual alcanzó el poder en unas elecciones que no ganó exactamente, pero que le permitieron gobernar tras algunos pactos con otros, algunas renuncias de otros y no pocas amenazas a todos. Sea como sea, su régimen salió de las urnas, no de un golpe de Estado ni de la toma de ningún Palacio. Con esto quiero recordar que no hay mejor sistema que el democrático ni otra manera decente de llegar al poder que mediante elecciones populares, pero que la gente, con frecuencia, elige el horror, o lo peor posible, o la vulgaridad, o lo grotesco. Hay épocas medianamente sensatas y épocas lunáticas. En estas últimas los votantes se comportan como anormales, difícil saber por qué. Me temo que la actual es una de ellas, a grandes rasgos y con sus excepciones. Cada vez que se celebra una cumbre de Presidentes de Gobierno se le cae a uno el alma a los pies, y en lo que llevamos de año ya ha habido unas cuantas.
Por Italia acude Berlusconi o el summum de lo grotesco: lo mismo deja plantada a su anfitriona, Angela Merkel, que lo espera en vano para darle la bienvenida mientras él gesticula por su telefonino como cualquier grosero de restaurante o de tren, que se lanza a dar voces ante sus homólogos para llamar a Obama: “¡Mr Obama! ¡Mr Obama! ¡Aquí estoy, soy Berlusconi!” Luego, de vuelta en su país, aconseja a los afectados por el terremoto de los Abruzos, que se han quedado sin casa y han perdido a seres queridos, que vean su situación como “un fin de semana de camping”, y a continuación su popularidad asciende hasta el 75%. Si la reacción de los italianos no es de anormales, díganme en qué consiste la normalidad. Por Francia acude Sarkozy, de quien ya dije en esta página que era como Louis de Funès, sólo que con pelo, y que se creía Superratón, volando de aquí para allá a ver si puede rescatar a alguien y ponerse la capita. Últimamente ha andado lento de reflejos o se ha acobardado: no lo he visto desplazarse en persona a luchar contra los piratas somalíes con una bandana en el cabezón, como habría sido de rigor, y sí en cambio tocarle el culo a su señora ante una batería de fotógrafos. Para mí que se está aburguesando y berlusconizando: comparte con su colega italiano los coturnos disimulados y los ademanes de estrella del porno en promoción. Hasta hace cuatro días, por los Estados Unidos acudía Bush Jr, sobre cuyas meteduras de pata, ridículos bailoteos y pésima dicción no hay, por fortuna, nada más que añadir. Por Rusia, Putin, un tipo dado a hacerse fotos con el torso desnudo y con botas, fingiendo que está a punto de matar un oso o un jabalí. En cuanto al nuevo Presidente de Chechenia, al que acabo de conocer por televisión, sólo sé que parece un portero de discoteca y que lleva en la mano un rosario musulmán con el que juguetea chulescamente. No llegará a ninguna cumbre, pero el individuo promete, en el ya reinante territorio de lo grotesco. Lo que ignoro es si ha sido elegido o nombrado a dedo por Putin entre dos de sus cacerías nudistas. El que sí ha sido elegido es Ahmadineyad, de Irán, un tipo con aspecto cenizo que persigue a las mujeres que dejan asomar un mechón de cabello en su país. También fue elegido Evo Morales, cuya última incomprensible hazaña ha sido iniciar una huelga de hambre con colchoneta y todo. Esta es una verdadera innovación grotesca, muy difícil de igualar: esa clase de huelgas se solían llevar a cabo para presionar a los gobernantes, pero el señor Morales es el gobernante máximo de su nación. ¿Se imaginan a Berlusconi, Sarkozy o Medvédev haciendo lo propio para conseguir que el Parlamento apruebe las leyes que ellos desean? La verdad es que yo sí, y no me extrañaría que la idea se la hubiera brindado Hugo Chávez, que tal vez la tenía en la recámara si no lograba sacar adelante su enésimo referéndum megalomaniaco. De momento está encarcelando, entre berrido y canción, a cuantos le hacen penumbra en algún barrio escapado a su dominio totalitario.
Hay que congratularse de que en España no estemos tan mal: por ahora nuestro Presidente y nuestro jefe de la oposición rivalizan tan sólo en insustancialidad. Claro que después del Gobierno que nos ha dejado el primero con sus nuevos nombramientos penosos, más vale que empiece a hacérselo mirar. Al fin y al cabo le ha cogido gusto a lo de asistir a cumbres y se nos puede contagiar.
JAVIER MARÍAS
El País Semanal, 3 de mayo de 2009
viernes, 1 de mayo de 2009
Haces que prostituya mi corazón
con un roce
furtivo
de tu lengua de dragón...
Y es cierto
que vendería a Satanás mi cabeza
por lamerte cada poro como un gato triste
hasta lanzarme a tu cuello,
y acabar con el cristal y el barro
que cubren tus pechos
dulces como miel...
Mas en el fondo de mi alma...
amargan,
Porque no son míos
ni de nadie,
y no me los das,
y yo los quiero
y muero...
MUERO
por acabar dentro de ti
lo que hace años empecé
pues cada camino
confluía en tu vientre
cada recodo daba a tus labios
y cada rio desembocaba en ti.