viernes, 1 de mayo de 2009



Haces que prostituya mi corazón
con un roce
furtivo
de tu lengua de dragón...
Y es cierto
que vendería a Satanás mi cabeza
por lamerte cada poro como un gato triste
hasta lanzarme a tu cuello,
y acabar con el cristal y el barro
que cubren tus pechos
dulces como miel...
Mas en el fondo de mi alma...
amargan,
Porque no son míos
ni de nadie,
y no me los das,
y yo los quiero
y muero...
MUERO
por acabar dentro de ti
lo que hace años empecé
pues cada camino
confluía en tu vientre
cada recodo daba a tus labios
y cada rio desembocaba en ti.

3 comentarios:

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Bueno, qué apasionada declaración de voluptuosas intenciones.
Desde el fin de los tiempos te serán concedidos todos tus deseos
—incluído el poemario—
Gracias y un saludo

Margarite Gautier dijo...

Q bonito!!!
Es tuyo??
La verdad es que llevo muchiiisimo tiempo leyendo tu blog en silencio. Y me encanta. De verdad creo que eres un artista.

Un saludo

Alberich dijo...

Sí, es mio.

Gracias por tus palabras.
Besos.