sábado, 21 de marzo de 2009

1.000 abrazos.



Mi alma se fundirá en mil abrazos
pero no mitigará nada mi dolor,
ahora sé que moriré de amor
y sólo quiero morir en tus brazos.

Las venas lunares de un corazón en pedazos
se hunden entre nosotros sin aliento
y el pelo que nos descubre con el viento
helará por siempre nuestros cuatro brazos.

Para esta cicatriz, mi extensa herida
sólo hay una cura transitoria
un chorro de sangre de vida
que me devuelva la memoria
ante una existencia perdida
sin amor, besos, ni historia.




2 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Esw precioso...Ando algo triste así que no te digo más. Besos

Sirenita dijo...

Es precioso Alberich, pero a veces tengo ganas de arrancar esa mala hierba que tienes de tristeza.

Supongo que esa mala hierba es parte de la belleza.
ironías.