domingo, 3 de octubre de 2010
Robert Browning - Encuentro nocturno
Robert Browning es uno de los poetas más oscuros de toda la literatura inglesa. ÉL se sabía predeterminado a la poesía y al amor. Su noviazgo y matrimonio con la poetisa Elizabeth Barret Browning es uno de los ejemplos más notables del amor romántico puro.
Yo adoro a Mrs Browning. Mi querencia por Mr.B llegó después.
Meeting at night
The grey sea and the long black land;
And the yellow half-moon large and low;
And the startled little waves that leap
In fiery ringlets from their sleep,
As I gain the cove with pushing prow,
And quench its speed i' the slushy sand.
Then a mile of warm sea-scented beach;
Three fields to cross till a farm appears;
A tap at the pane, the quick sharp scratch
And blue spurt of a lighted match,
And a voice less loud, thro' its joys and fears,
Than the two hearts beating each to each!
Encuentro nocturno
El mar gris y la extensa tierra negra;
La medialuna grande, baja y amarillenta;
Las atemorizadas olas breves que saltan
Desde su sueño en encendidos círculos,
Mientras gano la cala con impulsiva proa
Y sofoco su marcha en la arena fangosa.
Una milla de cálida playa fragante, luego;
Tres campos que cruzar hasta ver una granja;
Un toque en el cristal, el rápido raspado
Y el borbotón azul de un fósforo encendido,
Y una voz menos fuerte —debido a gozo y miedo—
Que los dos corazones golpeando al unísono.
Versión de Andrés Sánchez Robayna
Yo adoro a Mrs Browning. Mi querencia por Mr.B llegó después.
Meeting at night
The grey sea and the long black land;
And the yellow half-moon large and low;
And the startled little waves that leap
In fiery ringlets from their sleep,
As I gain the cove with pushing prow,
And quench its speed i' the slushy sand.
Then a mile of warm sea-scented beach;
Three fields to cross till a farm appears;
A tap at the pane, the quick sharp scratch
And blue spurt of a lighted match,
And a voice less loud, thro' its joys and fears,
Than the two hearts beating each to each!
Encuentro nocturno
El mar gris y la extensa tierra negra;
La medialuna grande, baja y amarillenta;
Las atemorizadas olas breves que saltan
Desde su sueño en encendidos círculos,
Mientras gano la cala con impulsiva proa
Y sofoco su marcha en la arena fangosa.
Una milla de cálida playa fragante, luego;
Tres campos que cruzar hasta ver una granja;
Un toque en el cristal, el rápido raspado
Y el borbotón azul de un fósforo encendido,
Y una voz menos fuerte —debido a gozo y miedo—
Que los dos corazones golpeando al unísono.
Versión de Andrés Sánchez Robayna
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